Tecnología
Seis de cada diez familias no ve necesario controlar el uso que hacen de internet sus hijos mayores de 12 años
El grooming, el ciberbullying y el acceso a pornografía son las principales preocupaciones de los padres y madres
Un estudio de Qustodio, una plataforma de seguridad y bienestar digital, cifra en seis de cada diez las familias que no consideran necesario controlar el uso que sus hijos e hijas hacen de internet. Sólo el 26% de los padres españoles utilizan alguna herramienta de control parental, y las medidas que más toman son la limitación temporal de conexión y la copresencia. Entre las preocupaciones de los progenitores, destaca el grooming, la entrada en contacto con adultos desconocidos a través de la red, para los padres de adolescentes a partir de 12 años. En el caso de los niños de entre 5 y 11 años, el acoso a través de la red, el ciberbullyng, es uno de los aspectos que más preocupa en las familias, y el acceso a los contenidos pornográficos, es la principal preocupación a partir de los 9 años.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el 90% de los menores de entre 4 y 10 años tienen acceso a internet, principalmente a través de la plataforma de vídeos Youtube, y uno de cada diez tiene móvil. Así, el acceso a la red está generalizado pero la mayoría de familias no lo ve como un peligro sino como una oportunidad. Por eso, según ha explicado el autor del estudio, Manuel Bruscas, muchos padres tienen la sensación que es un espacio donde los niños «aprenderán y harán cosas» y no hay percepción el peligro porque no son conscientes de los casos de grooming o bullying y por lo tanto, interpretan como un espacio «sin riesgos».
Por eso, dice Bruscas, sólo el 26% de las familias admite utilizar herramientas de control parental, una cifra que en los Estados Unidos es del 34%. Las familias que si que toman medidas para vigilar el consumo de internet, principalmente hacen una limitación temporal o miran conjuntamente los contenidos que visualizan a los hijos. Para Bruscas, el hecho de que la mayoría de familias no tome medidas responde a diferentes causas. La principal es la «barrera tecnológica» que puede haber entre las dos generaciones y el desconocimiento de los progenitores al funcionamiento de las diferentes redes sociales y de los mecanismos que se pueden establecer para controlarlo.
Pero Bruscas también destaca que una gran parte de los padres y madres confían en que sus hijos se lo explican todo y por lo tanto, no ven necesario hacer este control. Para Bruscas, hay que ponerse en la piel de los hijos para comprobar que esta premisa no siempre se cumplirá, como por ejemplo, en casos de ciberacoso o de grooming, cuando adultos desconocidos entran en contacto; un fenómeno que precisamente ha crecido un 410% los últimos años y se ha convertido en la mayor preocupación por los padres, serie del ciberacoso y la pornografía, en función de la franja de edad. El acceso a los contenidos violentos preocupa menos, pero sobre todo a los padres de niños de entre 5 y 8 años. Los responsables del estudio también alertan del aumento de las adicciones a las nuevas tecnologías. Bruscas considera que se está creando un «ecosistema» en que los niños se devuelven «ciberadictos» y se presentan cuadros de ansiedad cuando no se pueden conectar o no tienen el móvil disponible.
Por todos estos motivos, Bruscas apuesta por una mejor formación de los padres en materia digital y al potenciar el acompañamiento a los menores como uno rama más de la educación. y tratar el entorno digital y las redes como un hábito más educativo. Para Bruscas «no hay que caer en la prohibición o en un uso excesivamente restrictivo» y apuesta por «predicar con el ejemplo» o compartir estos ratos, por ejemplo, con el juego de los videojuegos. En esta línea, desde Qustodio también se destaca que hace falta una estrategia compartida entre las familias y las escuelas a la hora de acercar o generalizar el uso de las redes entre los menores para no entrar en contradicciones.
El estudio 'Menores e Internet: la asignatura pendientes de los padres españoles', se ha realizado con entrevistas además de 2.000 padres y madres de todo el Estado, y también de los Estados Unidos, con hijos de entre 5 y 17 años, por lo cual se han puesto de manifiesto diferencias a la hora de tratar este fenómeno