Rufián advierte Sánchez que los tendrán delante si son «el PSOE de Borrell y Lambán» o el que «secuestra el Open Arms»

El diputado en el Congreso por Esquerra Republicana Gabriel Rufián ha advertido Pedro Sánchez que los tendrán en frente si son «el PSOE de Borrell y Lambán» o lo que «secuestra el Open Arms en Barcelona». En un mitin en Salt (Gironès) Rufián ha erigido ERC como «único obstáculo contra el fascismo», y contra dos posibles coaliciones después de las elecciones del 28-A: uno de PP, C's y Vox u otra que ha calificado de «low cost» de C's y PSOE. El diputado republicano ha cargado contra Pablo Casado que, asegura, «se habría abrazado a Tejero» el 23 de febrero de 1981. Rufián ha coincidido con el presidente del Parlamento, Roger Torrent, que ha pedido que «ningún republicano se quede en casa». «Tenemos que ser el dique contra el fascismo. Como nos pueden decir que hemos despertado la extrema derecha», ha remachado.

«Quien decía que no se podía llenar la Cibeles». De esta irónica manera ha empezado su discurso en Salt (Gironès) Gabriel Rufián, en un acto que ha servido para dejar claro a Pedro Sánchez que no los darán apoyo si el PSOE que se encuentren después del 28-A es «el de Borrell o Lambán». En un discurso íntegramente en castellano, Rufián ha asegurado que Esquerra es el único partido que se puede enfrentar al fascismo, y se ha erigido como «el obstáculo» que tendrán los partidos españoles que pacten después de las elecciones del 28-A.

El diputado ha pronunciado un discurso con un marcado tono republicano y ha vuelto a dirigirse a toda «la buena gente» del PSC que «le hace fastig» ver como Miquel Iceta se hace selfies con Albiol. Rufián ha pedido que «nadie se quede en casa» y ha recordado que la abstención fue «el principal problema» en las elecciones andaluzas.

En este sentido, ha criticado Podemos a quien|quién ha recordado que al fascismo «no se lo calma, sino que se lo combate y destruye». El republicano ha lamentado que el partido de Pablo Iglesias le pida que no proponga la comparecencia de Rubalcaba en una comisión de investigación, por «no enfadar al PSOE».

El diputado en el Congreso también ha criticado al PP y en especial a su líder Pablo Casado, a quién le ha dejado claro que seguirán calificando de «fascista» mientras el popular los califique a ellos de «golpistas».

En este aspecto, Rufián ha destacado que seguirán mostrándole a Casado los tiros que hay en la cúpula del Congreso, que recuerdan el 23-F. «Seguro que aquel día de 1981 Casado se habría abrazado a Tejero», ha lanzado.

Una manifestación sin banderas

Antes de Rufián ha sido el turno del presidente del Parlamento, Roger Torrent, que ha destacado el carácter «cívico y pacífico» de la manifestación de este sábado en Madrid. Torrent considera que la marcha fue un «grito de democracia» y ha ironizado diciendo que la Cibeles sirve «para muchas más cosas aparte de celebrar títulos de fútbol».

«Delante mío había los comuneros de Castilla, y a ambos lados tenía compañeros de Galicia y el País Vasco. Y es que no es un tema de banderas, es una cuestión de valores republicanos», ha remachado el presidente del Parlament.

Torrent ha concluido recordando que ERC es un partido «impoluto» en sus 88 años de historia y que seguirán trabajando «suponga lo que suponga». "Como nos pueden acusar a nosotros de despertar la extrema derecha, si siempre hemos luchado en contra», ha señalado.

Antes de Torent han intervenido también al conseller de Asuntos Sociales y Familia, Chakir El Homrani, la diputada en el Parlamento, Anna Caula, la diputada en el Congreso, Ana Surra y el alcalde de Salt, Jordi Viñas.