ITW alerta que el juicio del 1-O podría tener declaraciones de los testigos de cargo «preparadas»
Los observadores internacionales critican que Marchena no permita contrastar las comparecencias con los atestados policiales
Internacional Trial Watch (ITW) ha alertado que la causa del 1-O podría ser un «proceso político» contra todo un movimiento con declaraciones de los testigos de cargo «preparadas». En un comunicado sobre la séptima semana del juicio, los observadores internacionales han remarcado que en las sesiones se escuchan palabras como «odio», «tumulto», «masa», «polvorín», «insurrección» o «miedo». Aunque son «valoraciones subjetivas que no relacionan a los acusados con los hechos imputados», avisan de que su uso reiterado «podría denotar tanto que estas declaraciones estarían orquestadas y preparadas, como el hecho de que el juicio retransmitido en directo estaría contaminando las testificales». También han criticado que Manuel Marchena no permita contrastar las comparecencias con los atestados policiales.
En concreto, ITW ha apuntado que Marchena no ha permitido que se contrasten con los atestados las declaraciones del jefe de la policía judicial en Catalunya, el teniente coronel Daniel Baena. Los observadores remarcan que si bien es cierto que el valor probatorio de estos informes sólo es pleno si se ratifican al juicio oral, en este proceso penal es «clave» hacer este contraste porque la instrucción y el decreto de prisión provisional se han fundamentado «en gran medida» en los atestados.
En este sentido, subrayan que las pocas preguntas que pudieron hacer las defensas a Baena «han puesto al descubierto que el objeto de la investigación no eran unos hechos concretos, sino un movimiento político». Esta «investigación prospectiva» pondría de manifiesto, según ITW, que este podría ser un «proceso político, no posible en el marco del proceso penal español», y que si se demostrara que el director operativo de las investigaciones no actuó con absoluta neutralidad e imparcialidad, la «falta de credibilidad» de Baena sería «evidente». Eso no se ha podido demostrar, insisten los observadores, porque la sala ha impedido la reproducción de la grabación en que el propio teniente coronel afirmaba que estaba detrás del perfil de Twitter 'Tácito'.
Teniendo en cuenta las declaraciones y las pruebas aportadas de momento, ITW constata una «falta de proporcionalidad entre las pruebas y los cargos que persigue la acusación».
Asimismo, como en otras semanas, también ha mostrado su preocupación por la «criminalización de aspectos ideológicos» y de derechos fundamentales como el de reunión o manifestación. «La manera como el Ministerio Fiscal pregunta y conduce las respuestas de los testigos da a entender que reunirse y gritar, cantar 'No pasarán' o 'Votaremos', mirar con desdén cuerpos policiales o mostrar reprobación por las actuaciones policiales pueden ser ya muestra de elementos de sedición o rebelión», concluyen los observadores, que hablan de «criminalización de la protesta o la disidencia».
Con respecto a los aspectos procesales, han vuelto a lamentar que se mantenga la limitación por parte de los presidente de la sala de confrontar a los testigos con el recurso de imágenes de vídeo o documentación de la instrucción. Tampoco se permite que la parte que no haya propuesto un testigo le pregunte más allá de lo que le ha planteado la parte proponiente. Por otra parte, denuncian que las partes sigan sin conocer el calendario completo del juicio, ni siquiera la orden en que se practicará la prueba testifical, lo que dificulta enormemente la preparación de los interrogatorios.