Religión
La Iglesia española se posiciona contra el derecho a decidir
El secretario general de los obispos españoles considera que «no es moralmente legítimo» y recuerda que la Constitución ha sido un instrumento «válido» para la convivencia
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, Luís J. Argüello, ha opinado que el derecho a decidir «no es moralmente legítimo en él mismo» en un artículo de opinión en la revista digital 'Ecclesia' titulado 'Ante las próximas elecciones'. Según Argüello, que se refiere a esta cuestión en un párrafo dónde habla de los «graves problemas surgidos en la organización territorial del Estado», el derecho a decidir en él mismo «supondría el absolutización de la voluntad de poder desvinculada de la moralidad del contenido de la decisión y del marco social e institucional donde se toman las decisiones». Y añade que si el ambiente cultural en que se promueve «de manera acrítica» este derecho «está dominado por emociones y sentimientos», el riesgo de decidir «en contra de la dignidad de la persona, de la justicia y del bien común es muy alto».
Argüello también afirma que en sus 40 años de vigencia, la Constitución ha mostrado ser un instrumento «válido» para la convivencia entre los españoles. Y opina que el con respecto a las normas de convivencia política que se establecen «siguen siendo el canal adecuado para abordar los diversos problemas y desafíos» que afronta a la sociedad española.
Más allá de cuestiones de organización territorial o de composición jurídica del Estado, el secretario general de la Conferencia Episcopal Española aconseja a los católicos sobre algunas cuestiones a tener en cuenta a la hora de escoger el partido al cual votar el próximo 28 de abril, en las elecciones estatales.
Por ejemplo, opina que hay que respetar la «dignidad sagrada» de la vida humana «desde el principio al final natural», y por eso considera «imprescindible» un apoyo «claro y decidido» a la familia «fundada en el matrimonio entre hombre y mujer abierto a la vida».
En este mismo contexto, considera «muy importante» una comprensión antropológica respetuosa del «significado esponsalicio» de la diferencia sexual y su vínculo con la transmisión de vida que «impregne» la educación y la acción social.
Finalmente, Argüello se refiere también a la precariedad económica, ante la cual invita a buscar «un nuevo pacto social». Además, considera que «parece necesario» abordar la reforma del Estado del Bienestar.