Internacional
Ruanda recuerda los 25 años del genocidio para evitar que caiga en el olvido
Murieron 800.000 personas en un genocidio desencadenado después del asesinato del presidente ruandés, Juvénal Habyarimana
Ruanda recuerda este domingo a las 800.000 víctimas del genocidio desencadenado en el país después del asesinato del presidente ruandés, Juvénal Habyarimana, hace 25 años, e intenta evitar que caiga en el olvido. «2019 marca la vigésimaquinta conmemoración del genocidio contra los tutsis, conocido localmente como Kwibuka25», recordó este sábado al secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para la Lucha contra el Genocidio (CNLG), Jean-DamascèneBizimana.
«Eso ofrece una oportunidad importante para recordar a las víctimas, preservar su recuerdo y educar sobre su historia y las lecciones que Ruanda ha aprendido y el progreso del país en los últimos 25 años», añadió Bizimana, en alusión a la actual estabilidad y prosperidad de este pequeño país africano.
El responsable de la CNLG hizo esas declaraciones justo el día en que se cumple un cuarto de siglo de la muerte de Habyarimana, cuyo avión, en el que viajaba junto al presidente de Burundi, Cyprien Ntaryamira, fue derribado por dos misiles antes de su aterrizaje en Kigali, donde murieron ambos, de la etnia hutu.
El suceso, ocurrido el 6 de abril de 1994 por la noche, provocó un genocidio impulsado por la mayoría hutu contra la minoría tutsi, enfrentadas por una agria disputa histórica, que se desarrolló durante cien días y segó la vida de unos 800.000 personas, casi todas tutsis, pero también hutus moderados.
Con este recuerdo, la conmemoración de este domingo movilizará a los ruandeses en actividades que se celebrarán en todo el país, aunque el epicentro de ese ejercicio de memoria colectivo estará en Kigali.
Allí, en el Monumento al Genocidio, el presidente del país, Paul Kagame, se dirigirá al pueblo ruandés y precederá a las familias que depositarán coronas de flores donde están sepultadas más de 250.000 víctimas.
Será «el momento para recordar honrando la memoria de más de un millón de víctimas, unirse a través de la fuerza y la dignidad de nuestra nación y revisar nuestra determinación de construir un futuro próspero para futuras generaciones», adelantó Bizimana.
Asimismo, tendrá lugar por la tarde una marcha solemne desde el Parlamento ruandés hasta el estadio nacional Amahoro -seguida de una vigilia nocturna- como parte de un programa de actividades que se extenderán hasta el 13 de abril y que incluye charlas y conferencias sobre cuestiones como el revisionismo y negacionismo del genocidio.
Decenas de jefes de Estado y de Gobierno han sido invitados a estos eventos, incluido el presidente francés, Emmanuel Macron, algo inaudito a causa de la tensa relación que mantiene Ruanda con ese país al que acusa de complicidad en la masacre.
Desde 1994, Ruanda ha acusado repetidamente a Francia de proporcionar entrenamiento militar, armamento o experiencia técnica a las milicias hutu Interahamwe, que desempeñaron un papel clave en las masacres del genocidio, si bien París niega las acusaciones.
Macron, que no acudirá, estará representado por el legislador francés de ascendencia ruandesa y presidente del partido La République en Marche, Hervé Berville, según confirmó el viceministro ruandés de Asuntos Exteriores, Olivier Nduhungirehe.
No obstante, en un nuevo intento por aclarar los hechos, el Gobierno francés creó este viernes una comisión de ocho investigadores e historiadores que indagarán sobre las acciones llevadas a cabo por Francia en Ruanda durante el genocidio, y cuyos resultados serán usados en programas educativos.
El grupo de expertos «tendrá la tarea de consultar todos los archivos de Francia relacionados con el genocidio (...) para analizar el papel y el compromiso del país durante este periodo», especificó la Presidencia francesa en un comunicado.
Una investigación francesa acusó en 2006 a siete miembros del Frente Patriótico de Ruanda (RPF), milicia liderada por el actual jefe de estado ruandés, el tutsi Paul Kagame, del asesinato de Habyarimana, alguna cosa que el gobernante ruandés ha negado siempre.
Años después, en diciembre de 2018, los jueces abandonaron por falta de pruebas esta investigación, que -según Ruanda- se basaba en testimonios falsos para desviar deliberadamente la atención mundial del papel que supuestamente jugó Francia en este suceso.