El segundo de Baena dice que políticos independentistas ya planteaban la unilateralidad como «única opción» en el 2016

El comandante de la Guardia Civil que hizo de secretario de los atestados de la Benemérita que han servido de base para la causa que se está juzgando en el Tribunal Supremo ha asegurado que políticos independentistas como Oriol Junqueras, Raül Romeva, Marta Rovira, Artur Mas y Josep Rull hicieron una reunión en junio del 2016 donde ya plantearon la «vía de la unilateralidad» como «la única opción que les queda para tomar». El comandante (TIP N29100C) ha asegurado que así se desprende de la agenda Moleskine del exsecretario general de Vicepresidència i Economia, Josep Maria Jové, y también ha situado la expresidenta del Parlament Carme Forcadell como el «canal» necesario para tramitar «un modelo de doble legislación» que permitiera la independencia, en referencia a una reunión de agosto del 2016. El segundo del teniente coronel Daniel Baena ha remarcado la «relevancia» de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, participando en una reunión en enero del 2016 para decidir quien sería presidente o el reparto de conselleries, y la «gran arma de movilización» que supuso Crida a la Democràcia, una «extensión» de Òmnium Cultural.

El juicio del 1-O se ha reanudado con la declaración del número 2 del teniente coronel Daniel Baena, jefe de la policía judicial en Cataluña y responsable de los atestados de la Guardia Civil. El testigo de este lunes es el secretario que firmó estos atestados, que al inicio de su declaración ha admitido que fue condenado por una audiencia provincial por un delito de torturas y posteriormente absuelto por el Supremo.

El papel de Jové y elEnfocats

A preguntas del fiscal Fiel Cadena, ha explicado que encontraron el documento Enfocats y la agenda Moleskine en el domicilio de Jové, de quien ha dicho que «despachaba» con el exvicepresidente Oriol Junqueras, que era «el encargado de la organización de la gestión de los locales» y que fue «el origen» que permitió a la Guardia Civil encontrar la nave de Bigues i Riells donde se encontraron papeletas del 1-O. De hecho, este ha sido el testio que más detalles ha dado sobre elEnfocats y la agenda Moleskine, documentos que las acusaciones consideran claves para definir la estratégica hacia la independencia.

El comandante ha definido Enfocats de «documento estratégico, de idea, de visión» que incluye «acción política, acción de participación ciudadana y acción de comunicación», «escenarios que se podían generar» y también estructuras de estado. Mientras tanto, la agenda era «ejecutiva, con nombres, personas y finalidades».

Con respecto a la agenda, el mando de la Guardia Civil ha hecho referencia a varias reuniones, entre las cuales una que se celebró en enero del 2016 en la sede de la ANC donde se hacía un «último intento» para definir «quién sería el próximo presidente de la Generalitat» o cómo sería la «distribución» de conselleries entre los partidos que formaron la coalición de Junts pel Sí (JxSí). El comandante ha destacado la «relevancia» de que estuvieran Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. «Lo que se habla en la reunión se materializa días después», ha añadido.

Entidades y Govern, «decisiones conjuntas»

De hecho, en respuestas a la acusación popular ejercida por Vox, ha remarcado que con el documento Enfocats ven una «convergencia» entre «la acción política» con la «capacidad ciudadana». En este sentido, ha argumentado que ningún documento reflejaba que «alguien estuviera por encima de los otros», pero sí que partidos y entidades se reunían y tomaban «decisiones conjuntas», con un «grupo directivo» donde también ha situado a los líderes de las entidades soberanistas.

Vía unilateral, «única opción»

También ha relatado una reunión de junio del 2016 con la participación de Oriol Junqueras, Marta Rovira, Raül Romeva, Artur Mas y Jordi Turull, dónde ven que «la única opción que les queda es tomar la vía de la unilateralidad». Para el comandante, el referéndum era «siempre el paso previo» a la declaración de independencia, sin embargo «inicialmente no se valoró como referéndum unilateral», sino que «primero era pactado con el estado y después evoluciona».

Y ha destacado otro encuentro de agosto del 2016 «donde asiste Carme Forcadell», hecho que considera «importante» porque la expresidenta del Parlament era «el canal para tramitar las leyes» que tenían que permitir tener un «modelo de doble legislación» que, según ha dicho, también se recoge en la agenda de Jové.

«Conflicto con el estado»

El número dos de Baena ha añadido que en la agenda de Jové se encuentran «una especie de modulación del conflicto», que «se ponderará» según cuál sea la respuesta del Estado «en cada momento». «En función de los escenarios, en cada momento se aumentará o se disminuirá el conflicto», ha asegurado. El comandante ha añadido que de los documentos encontrados a Jové se desprendía que interesaba de que «el conflicto en términos de negociación» se mantuviera. «A más intensidad iría mejor, si la negociación iba por la banda nacionalista, la movilización disminuía», ha remachado.

Crida per la Democràcia: «Gran arma de movilización»

Durante su declaración, el comandante de la Guardia Civil ha definido Crida per la Democracia como la «gran arma de movilización» el otoño del 2017, y lo ha vinculado a Òmnium Cultural. El testigo ha asegurado que era el «canal principal» desde donde se hicieron la «inmensa mayoría» de «las alertas a la población civil», junto con «perfiles de Twitter de algunos de los encausados». Sobre la plataforma Escoles Obertes, el comandante ha remarcado que se presentó en la sede de Òmnium, pero que no puede acreditar su creación ni su vinculación con Jordi Cuixart.

La imagen, «prioridad» para los Mossos

Según el secretario de los atestados, la «imagen» de los Mossos era una «prioridad» para el desarrollo del 1-O y ha señalado que el cuerpo tomó medidas para que no se viera «perjudicado negativamente» antes de esta fecha. En concreto, se ha referido en informes de inteligencia que se enviaban al major Josep Lluís Trapero sobre escenarios antes del referéndum. Ha dicho que en uno de ellos se apuntaba que la imagen del cuerpo podía ser «negativa» si se detenían «alcaldes IR» (del independentismo revolucionario) los días previos al referéndum. Esta información la extrae de la intervención de los correos electrónicos de Trapero.

El comandante ha explicado que el major envió por correo electrónico en la «cúpula política», encabezada por el exconseller Joaquim Forn, con instrucciones de Fiscalia Superior de Catalunya. Sin embargo, a respuestas de la defensa de Forn, ha admitido que el exconseller no les respondió haciendo ningún tipo de consideración, y en cambio sí otro correo sobre el plan Ágora.

Además, el secretario de los atestados ha relatado lo que se recogió en un informe de los Mossos d'Esquadra sobre una reunión mantenida en los servicios centrales en el departamento el 13 de octubre del 2017, explicando intervenciones del mayor y otros comisarios. Eso ha provocado algunas quejas de las defensas porque no estaba presente y valoraba un informe de la policía catalana. Entre las frases que ha atribuido a Trapero, una que en qué decía que «a la Guardia Civil con la fiscalía y 10 fotos de una mala actuación hacen un delito de sedición». También que «la fotografía generada con los atentados del 17-S es una imagen molesta para el Estado», o que el día 2 felicitó a los Mossos diciendo que «les han impuesto el qué, pero el como» lo decidía la policía catalana.

El comandante también ha asegurado que, del análisis mensajes por radio de la policía catalana el 1-O, se desprenden «avisos» a los colegios de la llegada de fuerzas de seguridad del Estado, de la presencia de observadores internacionales o de la llegada de furgonetas de la Guardia Civil al colegio de Sant Julià de Ramis donde tenía que votar al expresidente Carles Puigdemont. «En alguna llamada se hablaba de que se estaba haciendo un paripé», ha remachado.

«Aviso» a detenidos el 20-S

El comandante también ha dicho que el exsecretario general de Interior Cèsar Puig envió un correo electrónico el día 19 de septiembre durante la intervención de la Guardia Civil en Unipost Terrassa. «Lo avisa hasta cuatro veces de nuestra intervención y el correo viene de la sala central de mando de los Mossos y se traslada directamente a Jové, y este los abre», ha detallado. Según afirma, es la primera vez|golpe que se encuentran con una «transmisión de datos» de un responsable de Interior con el señor Jové, que resultaría detenido al día siguiente.

También se ha referido a intervenciones telefónicas dónde Mossos hablan con detenidos del 20-S. Ha situado tres llamadas: una de Natàlia Garriga –de quién ha dicho que fue una de las «logistas» el referéndum- y que recibió una llamada de un «responsable» de Mossos para pedirle que le explicara el «sistema de contravigilancias». Una segunda que se produciría con Carles Viver Pi-Sunyer «haciendo referencia» a la mujer del exconseller Jordi Jané y una tercera de Franscesc Sutrias que traslada al director de los Mossos que «quiere estar tranquilo en casa y el coche». Ha dicho que no recuerda las fechas de las llamadas pero que estaban entre el 20 de septiembre y el 1-O.

Van den Eynde y las irregularidades en el inicio de la investigación

Nuevamente, el letrado de Romeva y Junqueras, Andreu van den Eynde, ha intentado demostrar que el inicio de la investigación se hizo con irregularidades y que el objetivo era abrir una causa general contra el independentismo. Por eso, ha preguntado detalles al comandante sobre cuando y a quien solicitaron las primeras intervenciones telefónicas. Le ha preguntado por qué lo pidieron ellos a iniciativa propia en unas diligencias del 24 de marzo del 2017 delante de la Fiscalia Superior de Catalunya. Aquí, el comandante no ha sabido dar explicaciones concluyentes y ha dicho que puede ser que las hubieran solicitado pero que es el fiscal quien lo tiene que elevar al juez para ver si se autoriza o no. Estas intervenciones telefónicas las acabó autorizando el juzgado de instrucción 13.

De la «protesta» al «hostigamiento»

En respuestas a la fiscalía, el comandante ha asegurado que en un primer momento se encontraron en la calle una «fase de protesta», hasta aproximadamente el 18 de septiembre, y que posteriormente hubo «hostigamiento» en «acción policial». «Tenemos experiencia en trabajar en lugares complejos, nunca nos hemos encontrado con este escarnio», ha asegurado. El comandante ha añadido que la situación cambió en algunas actuaciones que hicieron a partir de la aplicación del 155.

Sobre los CDR, ha destacado reuniones para «dar consejos sobre cómo impedir actuaciones policiales o judiciales» y ha citado En peu de pau, «una especie de agrupación donde se daban estas directrices, como hacer resistencia a determinadas actuaciones».

Indicios de malversación

Preguntado sobre la acreditación del delito de malversación, ha sostenido que las obras de la nave anexa del CTTI eran, según dice, para el día del referéndum porque había un centenar de ordenadores y se hicieron contratos menores para tenerlas acabadas antes del 1-O. Sobre Unipost, ha afirmado que han comprobado que el sistema de anulación de las facturas se ha hecho a través de un sistema que reconoce una deuda «a largo plazo». «Está reconocimiento un derecho de cobro de estas facturas», concluye.