Un visitante internacional asegura que no hacía «observación oficial» pero que le pagaron dos noches de hotel
El diputado alemán Andrej Hunko destaca la «voluntad pacífica» de los ciudadanos en los centros de votación el 1-O
Un diputado del Bundestag y miembro de la asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, Andrej Hunko, ha explicado este lunes en el Tribunal Supremo que formó parte de un programa de visitantes el 1-O y que «en ningún caso» se trató de una «misión de observación oficial». En su declaración como testigo, Hunko ha asegurado que recibió una «invitación» por correo electrónico, pero que no recuerda de quien venía ni si procedía del Diplocat. El diputado alemán ha asegurado que no cobró ningún honorario por la visita y que ello se sufragó el desplazamiento, pero ha admitido que le pagaron dos de las noches que pasó en un hotel. No ha concretado quien lo pagó pero ha dicho que es una práctica «frecuente y habitual en el ámbito de política internacional». Hunko ha destacado la «voluntad pacífica» de los ciudadanos que fueron a los centros de votación el 1-O.
Hunko, que es diputado alemán por el partido de izquierdas Dies Linke y que ha declarado con traducción al alemán, ha remarcado que «en ningún caso» participó en una «misión de observación oficial», sino que fue una «visita», y que así «lo declaró en una sesión del Consejo de Europa en octubre del 2017». A preguntas de la defensa de Junqueras y Romeva, ha asegurado que no cobró ningún honorario por esta visita y que él se pagó los vuelos. También ha dicho que le consta que nadie del grupo de visitantes recibiera ninguna remuneración.
En cambio, a preguntas del abogado Francesc Homs, ha admitido que dos de las noches que pasó en Cataluña –donde llegó el 30 de septiembre y se marchó el 5 de octubre- no fueron ser pagadas por él. «Las dos primeras noches no fueron sufragadas por mí», ha dicho, «en el hotel se me indicó que no tenía que pagar estas costes». Hunko ha remarcado que este es un «procedimiento frecuente» en este tipo de invitaciones, ya que «se llega a acuerdos para compartir gastos». «Hay muchas maneras de proceder, pero en general no es una cosa atípica», ha añadido.
En respuesta a la abogacía del Estado, ha explicado que en aquel hotel, que era «relativamente pequeño», había otros participantes en la delegación, pero no todos, y ha dicho no recordar si la comida del día 1 de octubre se la pagó él o alguien lo invitó, aunque «generalmente» los costes de manutención se los sufraga él.
A preguntas de la fiscalía, el diputado del Bundestag ha dicho no poder decir «de qué persona concretamente había recibido la invitación», que le llegó por correo electrónico. «Tampoco le puedo asegurar si vino o no del Diplocat», ha dicho. Hunko ha explicado que, cuando recibió la invitación, se encontraba a una semana de las elecciones federales y por eso no tiene un «recuerdo concreto» de quien le remitió. «Me pareció un acontecimiento político de importancia y por eso tomé la decisión de acudir», ha dicho.
Hunko ha dicho que «parte de la comunicación» fue gestionada por su secretaria y que no tuvo «comunicación directa con ningún representante de la administración catalana». Su principal interés, ha declarado, era tener «la lista de los otros visitantes que participarían», ya que tenía como «condición absoluta» saber que los otros visitantes «procedían de fuerzas democráticas». Para él, «eso era lo importante, no las condiciones o el régimen de la visita».
La fiscalía ha incidido en preguntar quién los trasladaba en coche el 1-O en las diferentes visitas a centros de votación y quienes los proporcionaba los vehículos. Hunko ha asegurado que la decisión sobre cuáles centros visitar la tomaban los mismos visitantes, y ha dicho no recordar detalles sobre como se hizo la distribución en grupos de los visitantes ni como se hizo la organización, ya que llegó más tarde que otros compañeros de la delegación. En los vehículos ha dicho que «siempre» había un representante catalán, pero que no podía asegurar «si era un miembro de la administración catalana, todo y que sí un representante de esta parte».
«Ningún acto de violencia de la población hacia la policía»
Hunko llegó a Barcelona el 30 de septiembre por la noche, cuando ya visitó algún centro de votación, y al día siguiente estuvo presente en algunos colegios, sin entrevistarse con ningún político catalán. Uno de los colegios que visitó fue uno próximo a la Sagrada Familia donde «presenció el uso de pelotas de goma», en referencia a la Escola Ramon Llull, aunque posteriormente, en respuestas a la abogacía del Estado, ha admitido que en aquel momento estaba a unos 100 metros y que cuando llegó al lugar vio a los «heridos» pero que «personalmente» no presenció el lanzamiento de los proyectiles.
Sobre el comportamiento de los votantes, ha asegurado que en «general» era «homogéneo y unitario» en los colegios de Barcelona y Gerona que visitó, con una «gran afluencia y participación por parte de la ciudadanía y un deseo palpable de hacer la votación». Hunko ha dicho que vio «un elevado grado de decisión unido a una voluntad pacífica». «En ningún caso he podido presencial actos de violencia que partieran de la población hacia la policía», ha asegurado. De hecho, ha recordado que de la visita salió un comunicado en que se subrayaba «la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad del Estado», aunque ha dicho que no participó en su redacción.
El diputado alemán ha calificado el 1-O de «suceso político de gran importancia», motivo por el cual quería tenía un «testigo de primera mano». Ha remarcado en el Supremo que eso «no implica una opinión favorable o contraria», sino que quería formarse «una opinión de primera mano y a título personal». «Habiéndolo hecho, me siento muy contento de haber podido tener la ocasión de poder presenciar los sucesos del 1-O», ha remachado.