Laboral
El 82% de los trabajadores españoles afirman estar satisfechos con sus condiciones de trabajo
Los aspectos que consideran mejorables son los relativos a la flexibilidad laboral y la autonomía
El 82 % de los trabajadores de España están satisfechos de sus condiciones de trabajo con aspectos a mejorar en términos de flexibilidad y autonomía, mientras que el país es un modelo en cuanto a bienestar mental y apoyo social de colegas y superiores.
«La imagen es mixta. Se puede mejorar en cuanto a intensidad o tiempo de trabajo, mientras que los aspectos positivos son la socialización y la salud mental de los trabajadores», éste último en el que España tiene la mejor puntuación de la Unión Europea, dijo a Efe el director de Eurofound, Juan Menéndez Valdes.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y Trabajo (Eurofound) presentaron hoy en Ginebra los resultados del primer estudio comparativo sobre las condiciones de trabajo, que comprende a 41 países de distintas regiones.
Valdes, quien representó a Eurofound en el lanzamiento de la publicación, explicó que España está por debajo de la media europea en cuestiones de flexibilidad laboral, «con horarios que en principio son más rígidos, un índice de conciliación peor y más inseguridad en el empleo».
Esto último es consecuencia directa de una mayor tasa de desempleo y de la elevada temporalidad.
Las conclusiones del estudio no pueden ser generalizadas, pues -como en el caso de España- las condiciones de trabajo pueden considerarse positivas en ciertos aspectos y negativas en otros, y cada país es un caso singular.
La investigación de la OIT y Eurofound cubre 1.200 millones de trabajadores en el mundo en los 28 países de la Unión Europea, Estados Unidos, Corea del Sur, China, Turquía y a algunos países latinoamericanos.
Las horas semanales de trabajo, uno de los indicadores más básicos, varían fuertemente de un país a otros y mientras que en la Unión Europea sólo una sexta parte de trabajadores afirman trabajar más de 48 horas, en Corea del Sur, Turquía y Chile es la costumbre para más de la mitad de trabajadores.
Las tecnologías, en cambio, si han afectado más a menos a todos en cuanto a la disponibilidad del empleado fuera de las horas oficiales de trabajo y un 10 % de trabajadores en promedio indican que trabajan en su tiempo libre, según la directora del Departamento de Calidad del Trabajo de la OIT, Manuela Tomei.
La experta relató en una conferencia de prensa que más allá de la duración de la jornada laboral, un cambio radical es el carácter «impredecible» que adquiere más y más el trabajo, como lo indica el hecho de que «el 15 % de trabajadores actualmente son avisados un día antes de cambios en sus horarios o del número de horas que deben trabajar».
En cierta medida, las nuevas situaciones pueden compensarse con mayor flexibilidad, como ocurre en el caso de los países del norte de Europa.
Ello contrasta con lo que se observa en los países del Mediterráneo, donde la propia estructura de la economía, con un mayor peso de las pequeñas y medianas empresas, no da gran espacio a la flexibilidad para los empleados, explicó Valdes.
En Estados Unidos, la intensidad del trabajo -medida en el ritmo, objetivos, plazos y demanda emocional- es elevada, pero al mismo tiempo se trabajan menos horas y se ofrece mucha autonomía y flexibilidad al trabajador.
De manera general, el director de Eurofound explicó que «una demanda fuerte en el trabajo puede compensarse si uno tiene mayores recursos a disposición, más autonomía para organizarse, para decidir el horario de trabajo o para teletrabajar».
En más de la mitad de países de la UE, el 20 por ciento de trabajadores teletrabaja al menos ocasionalmente, lo que permite la flexilidad tan deseada y la conciliación de la vida laboral y familiar.
«Pero cuando llegan las demandas entonces también se tiene que responder, así que no todo es bueno ni todo malo», insistió Valdes.
La OIT y Eurofound esperan ahora que los resultados de este informe sirvan para guiar las regulaciones en los mercados del trabajo, las demandas de los sindicatos y la gestión de las empresas.