Caixabank y sindicatos firman el acuerdo sobre el ERE que afectará a 2.023 trabajadores

Caixabank y los sindicatos, a excepción de CCOO, han firmado este miércoles el acuerdo del ERE que afectará finalmente a 2.023 personas, según han confirmado fuentes conocedoras de la negociación. La dirección de Caixabank y los sindicatos han mantenido este martes una reunión decisiva que ha permitido cerrar el acuerdo definitivo que ha permitido pasar de 2.157 personas afectadas a 2.023 y «de carácter voluntario», según han destacado fuentes de UGT. Desde este sindicato hacen una valoración «muy positiva» porque se ha pasado de un ERE «muy duro y forzoso en uno voluntario». En cambio, CCOO no ha firmado el acuerdo porque lo considera una «purga» y asegura que incluye tanto movilidad como extinciones forzosas.

El acuerdo contempla un plazo que va de finales de mayo a mediados de junio para adherirse al plan de bajas voluntarias para 2.023 empleados, según ha informado Caixabank en un comunicado. Ha estimado que un 60% de las personas que se sumen saldrán de la entidad en la segunda mitad del 2019, mientras que el resto lo hará durante el segundo semestre del 2020. El coste del programa, si se hacen todas las desvinculaciones previstas, es de unos 890 MEUR y permitirá a CaixaBank un ahorro anual aproximado de 190 MEUR.

El documento firmado incluye también una ampliación del horario de atención al público en oficinas tradicionales hasta las 14.30 horas, medidas para facilitar la reconfiguración de la red, consolidar la presencia en las zonas rurales y promover la inclusión financiera; y la ampliación de la red de oficinas Store y Business Bank hasta 700, ampliables a 750 y que se abrirán progresivamente hasta el 2021 en el conjunto del Estado. Por último, la entidad destaca que también se ampliará el servicio digital 'inTouch' para alcanzar los 2.000 gestores especializados en atención remota a los clientes con el objetivo de dar servicio a 2,6 millones de clientes en el 2021.

CCOO no firma el acuerdo

El acuerdo ha sido firmado por SECB, UGT, SIB, FEC y CIC pero no por CCOO, que tiene el 40,58% de la representación. Este sindicato se ha negado a aceptar una movilidad forzosa de 75 kilómetros «ya que es dar carta blanca a la purga en CaixaBank» y «implica una continua amenaza de un traslado forzoso si no se cumplen los retos marcados unilateralmente por la empresa».

Ha añadido que con este acuerdo la plantilla «no gana absolutamente nada e implica pérdida de promoción eliminando la figura de subdirección, pérdida de expectativas, dificultades para mantener el horario general, quedarse como único empleado en una oficina y un traslado lejos de la familia». El sindicato ha afirmado que ha trabajado para conseguir un acuerdo para mejorar las condiciones de la plantilla y ha lamentado que «otros intereses han prevalecido sobre los de la plantilla».

Desde de UGT en cambio valoran positivamente que se ha pasado de una movilidad forzosa de hasta cien kilómetros a los 75 kilómetros y creen que es «el mejor acuerdo firmado en la casa».

De su banda, la entidad ha explicado a través de un comunicado que el acuerdo alcanzado tiene que permitir facilitar la reconfiguración de la red comercial, consolidar la presencia de la entidad en el ámbito rural, favorecer la inclusión financiera e impulsar la transformación digital.

Caixabank planteaba inicialmente una reducción del 7,3% de la plantilla dentro del plan estratégico de la entidad, que preveía el cierre de 800 oficinas hasta el 2021. El ajuste de personal previsto no afecta a los trabajadores de Barcelona ni de los servicios centrales.