Un policía jubilado acusa a la Guardia Civil «de agredir» votantes en Sant Joan de Vilatorrada

Un policía nacional jubilado presente el 1-O en l'IES Quercus de Sant Joan de Vilatorrada, Nemesio Fuentes, ha explicado este jueves al Tribunal Supremo que la Guardia Civil empezó a «agredir» votantes sin interlocutar previamente con nadie. «En ningún momento ningún guardia civil se dirigió a nadie para ver si había una solución o se podía entrar de alguna manera», ha lamentado. Fuentes, que ha declarado con un lazo amarillo en la solapa, ha dicho a la fiscalía que sabía que había una orden del TSJC para impedir el referéndum, pero que esta también incluía que la jornada «se desarrollara de forma pacífica». El testigo ha explicado que estaba al lado de un votante que tiró una silla a un guardia civil cuando entraba por la puerta en la escuela, pero que su percepción es que el agente cayó cuando pisó los cristales que él mismo rompió y que la silla no lo llegó a golpear.

El agente de la Policía Nacional jubilado ha explicado que llegó al colegio hacia y media de seis de la mañana y que formó parte de una mesa porque se presentó «voluntario». El fiscal ha preguntado quién lo designó y ha respuesta que lo hizo «él mismo», hecho que ha provocado sonrisas y que la funcionaria de la sala ha avisado al público de que si no paraban la desalojaría.

A lo largo de la mañana, ya hubo «nerviosismo» por las imágenes de actuaciones policiales y ha explicado que la Guardia Civil llegó hacia las dos menos cuarto del mediodía. «Los vi llegar, en ningún momento dijeron ni una palabra, absolutamente nada», ha dicho, «empezaron a golpear a todos los que había por la parte exterior del colegio».

Según ha relatado, los agentes «agredieron a la gente para poder entrar en la puerta», entre los cuales sus tres hijos que estaban allí, dos de los cuales fueron «lesiones». El policía jubilado vio desde el cristal dentro del colegio. «Llegó un guardia civil con una maza y empezó a golpear la puerta, pero si hubiera preguntado se le habría dicho que la puerta se abría hacia fuera y no hacia dentro, y que no estaba cerrada con llave», ha añadido. Fuentes ha añadido que se podría haber evitado «sólo con que hubieran dicho que llevaban una orden judicial».

Fuentes también ha explicado que estaba justo al lado de un ciudadano que tiró una silla a un agente que estaba entrando por la puerta. Sin embargo, ha dicho que su percepción fue que la silla no llegó a golpear al guardia civil, sino que «posiblemente pisó los cristales que había roto y cayó por esta acción».

Aparte de este momento, ha asegurado que no vio que ciudadanos agredieran a ninguna policía. De hecho, cree que «posiblemente» el número de agentes superaba el de las personas concentradas, que estaban con las «manos levantadas». Sí que ha admitido que se gritaron insultos como «hijo de puta» y «cabrón», aunque ha negado ninguna amenaza de muerte.

El policía jubilado ha dicho a la fiscalía que no vio que dos mossos d'esquadra se interpusieran a la Guardia Civil a su llegada, y que algunos bomberos llegaron a la zona una vez los miembros de la Benemérita ya salían del centro con las urnas.