Un votante en el Supremo: «Obstaculizar pacíficamente la policía era un gesto de desobediencia colectiva»
Una vecina de Seva explica que los Mossos cerraron el colegio y se llevaron urnas después de una mediación y no hizo falta la fuerza
Un votante de Caldes de Montbui (Vallès Oriental), Antoni Altaió, ha defendido en el Tribunal Supremo que sabían que el referéndum estaba suspendido pero que querían estar en el centro para mostrar «discordancia» contra esta decisión judicial. «Entendíamos que obstaculizar pacíficamente la intervención de las fuerzas de seguridad del Estado o de los mossos era un gesto de desobediencia colectiva», ha afirmado. También ha descrito que hizo de interlocutor con los mossos entre ocho y diez veces y que ellos les dijeron que venían a cumplir la orden judicial pero que «entendieron» que era «difícil forzar una situación de cierta tensión» con toda la gente que había. Y se ha referido al auto del TSJC que ordenaba los cuerpos policiales a «mantener la paz social». Otra votante, Carme Baqué, ha explicado cómo se presentaron cinco furgonetas de Arro en Seva (Osona)i que, después de hacer mediación, se llevaron urnas y cerraron la escuela sin usar la fuerza.
Los testigos de este jueves –también propuestos por la defensa de Sànchez, Rull y Turull- han continuado en la línea de los otros dos días relatando la «normalidad» que se vivió en colegios donde sí había presencia de Mossos pero no de cuerpos de policía española. En algunos, como el caso de Seva, sí se presentaron antidisturbios pero consiguieron cerrar el colegio después de una mediación con la gente y sin necesidad de usar la fuerza.
Otros testigos han puesto ejemplos «de autoorganización» como que en dos centros de Badalona fueron los vecinos los que llevaron alargadores eléctricos y ordenadores para poder facilitar el recuento electrónico de los votos.
«Los vecinos llevan ordenadores»
Un testigo que votó en Badalona, Xavier Figuerola, ha explicado que tuvieron problemas informáticos y que no podían acceder a la aplicación donde introducían los DNI y que acabaron yendo a casa de un vecino a hacer las comprobaciones. De 500 DNI que tenían apuntados a mano, vieron sólo tres casos de incidencias por duplicidades. «Si estaba repetido el DNI era que ya había votado», ha dicho. Sin embargo, ha reconocido que no sabía de quien era la aplicación y que no había ningún logotipo.
Figuerola también ha puesto ejemplos de cómo organizaron la votación de manera colaborativa entre los vecinos. Ha dicho que dentro del centro había gente pero las puertas estaban cerradas y que más tarde salieron fuera a pedir a los vecinos que quien pudiera llevara ordenadores para hacer la votación.
«Cada uno hacía lo que podía»
Otro testigo de un centro de Badalona, Antoni Caralt ha explicado que fueron los vecinos los que se organizaron durante la jornada. «Nos pusimos a mover las mesas, pusimos los ordenadores en marcha, alguien que sabía más informática ayudaron a conectar, cada uno hacía lo que podía», ha dicho.
Caralt ha remarcado a la abogacía del Estado que no eran personal de la administración, sino «personas voluntarias que ayudaban en lo que podían». Caralt estuvo en un centro en el barrio de la Salud y ha asegurado que hubo una «tranquilidad absoluta» tanto entre los vecinos que fueron a votar como aquellos que «no se sintieron llamados». Marchena ha cortado una pregunta de Jordi Pina cuando le ha preguntado si era una cierre formado mayoritariamente por votantes no independentistas: «No le pida un muestreo sociológico».
«Pasó Policía Nacional pero no entró»
En la Escola Industrial de Barcelona, Josep Joventeny ha explicado que vio llegar varios furgones de la Policía Nacional. «Pasaron, pararon, algunos bajaron de los furgones, pero no entraron y se marcharon», ha asegurado, «había tanta gente que pensamos que entrar y desalojar era un poco temerario». A preguntas de la abogada Judit Gené, ha añadido que ninguno de estos policías fue a hablar con nadie ni mostró ningún requerimiento.
Marchena corta «valoraciones políticas»
El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha cortado la declaración del testigo de un votante de Badalona, Venanci Saborit, cuando esta ha afirmado que en Cataluña aquel día se estaba viviendo «un conflicto político». «No se pronuncie sobre lo que no le pide al letrado», le ha dicho, «el tribunal no puede estar escuchando valoraciones políticas».
En cambio, otro votante de Caldes de Montbui, ha argumentado que era una «jornada histórica y especial» y que esta era la razón por la cual fue tres horas antes de que abriera la escuela. «Era una jornada histórica para muchos y estas emociones y voluntad de querer seguir todo el día las incidencias que pudiera haber», ha manifestado.
A preguntas de la fiscalía, ha dicho que no tenía «conocimiento directo» que estaba suspendido el referéndum porque nadie le dirigió «ninguna citación y sólo lo conocía por los medios de comunicación». Asimismo, ha dicho que también había informaciones que decían que «no era delito» votar y que fue al centro para protestar por una suspensión que consideraba «injusta». «Fui allí por si había que protestar de manera pacífica y silenciosa», ha dicho.
Otra votante de Vic, Núria Riera, ha explicado –a preguntas de Vox- que el sistema para votar era como «a todas las votaciones normales con papeletas y mesas y urnas».