El 'boom' de los patinetes eléctricos abre un nuevo mercado a las aseguradoras

Fue uno los regalos estrella la Navidad pasada y ahora, con el buen tiempo, las ventas vuelven a crecer. El auge del patinete eléctrico ha modificado las costumbres de miles de ciudadanos que lo han añadido como una opción más de movilidad por la ciudad. Pero el ascenso de las compras implica de rebote, también más problemas: sólo el año pasado, en Barcelona, se registraron 129 accidentes con vehículos de movilidad personal, entre los que se incluyen los patinetes. En las calles, patinetes, bicicletas, ruedas y peatones comparten espacios, a menudo entre dudas de quién y cuándo tiene prioridad de paso. En este contexto, las aseguradoras ven una nueva opción de negocio y apuestan para que las administraciones hagan obligatoria el seguro por unos vehículos que pueden llegar a los 30km/h. El RACC ha sido uno de los primeros al tirar un producto específico para patinetes, mientras que otros, como Mapfre, estudian el sector pero advierten que hace falta una regulación clara por parte de la administración.

El responsable de marketing del Real Automóvil de Cataluña (RACC), Albert Puigdemont, justifica la entrada en este mercado porque a pesar de ser una entidad dedicada a la automoción no es ajena a la «importante transformación» de la movilidad, con opciones que van más allá del vehículo en motor, y a ampliar su oferta de seguros en bicicletas y patinetes. De hecho, considera que este tipo de seguro tendría que ser «obligatorio», como lo son los de los vehículos de motor.

Según explica Puigdemont a ACN, varios socios se habían acercado a la entidad para preguntarles por este tipo de producto. Durante poco más de un mes han sumado 150 contrataciones, aunque desconoce «qué aceptación tendrá» con el paso de los meses.

«La gente empieza a tener esta sensibilización que no puede ir por el mundo con un vehículo sin tener seguro, pero creemos que todavía tenemos un campo para|por correr muy importante», señala.

«No puede ser que encontremos gente en todo trapo por las aceras»

Con la llegada del buen tiempo, de hecho, las ventas de patinetes se han animado. Así lo constata Marc Cassany, socio de emovity, que en siete meses ha abierto dos tiendas en Barcelona, recientemente otra en Gerona y este verano lo hará en Madrid. Sobre la conveniencia de contratar un seguro, comenta que ofrece uno primer año de cobertura en sus ventas.

«Eso tiene que estar bien regulado. Lo que no puede ser es que nos encontremos gente yendo a todo trapo por las aceras. Esto es algo muy bueno si se hace bien», razona Cassany, que resalta del patinete que es «rápido, limpio, divertido». «Llegaremos antes al trabajo y con más buen rollo y más positivistas porque nos habremos ahorrado el atasco de tráfico. Es un transporte muy sostenible», concluye.

En colaboración con varias tiendas como las de Cassany, desde hace un mes y medio aproximadamente el RACC ofrece dos tipos de seguros, uno que cubre la responsabilidad civil en caso de accidente con 150.000 euros de capital asegurado y servicio médico las 24 horas, entre otros, por 39 euros anuales y otra con 300.000 de capital asegurado y asistencia mecánica en ruta, por 79 euros al año.

La directora de Negocio de Automóviles y Particulares de Allianz, Laura Villasevil, admite que por ahora la compañía no tiene en cartera un producto específico para patinetes eléctricos. En este sentido, detalla a ACN, sin embargo, que en su caso la responsabilidad en accidentes en patinete queda cubierta hasta los 600.000 euros para los usuarios en que tienen contratada la póliza del hogar y hasta el millón de euros si tienen la del coche.

Por su parte, Mapfre está estudiando qué pasos tomar. «Tenemos un laboratorio de investigación donde estamos analizando las necesidades que demandará movilidad con respecto al patinete para poder adaptar necesidades a las nuevas pólizas de cobertura», admite el director general territorial de Mapfre en Cataluña, Ricardo José Garzo. Con todo, cree que es necesario que la administración ponga orden en este mercado para establecer claramente «cuáles son las condiciones obligatorias en que se tendrán que hacer estas contrataciones».

En todo caso, Fernando Peña, profesor de Derecho Civil de la Universidad de la Coruña y director de la Cátedra Fundación INADE-UDC de Gestión de Riesgos y Seguros, precisa a ACN que antes de abordar el debate sobre la conveniencia de una póliza para los patinetes, «habría que plantearse si el riesgo que generan es suficiente». «Tenemos que pensar que en accidentes de trabajo se producen más víctimas mortales y no hay ningún seguro obligatorio», reflexiona Peña.

Asimismo, el profesor alerta de que establecer una cobertura obligatoria supondría ciertos inconvenientes, como su coste. «Un seguro de automóvil vale unos 300 euros, y este ya es el precio de un patinete», apunta Peña, que subraya que si los conductores de estos vehículos tuvieran que hacer un pago anual en concepto de póliza, sería «difícil» fomentar este nuevo tipo de movilidad personal.

La normativa actual sólo «recomienda» el casco

La normativa del Ayuntamiento de Barcelona, que de momento no tiene contabilizados los número de usuarios, no obliga a circular con casco pero lo recomienda. El auge de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), y del patinete como máximo exponente, ha empezado a provocar algún problema de convivencia entre peatones, coches, motos y ahora patinetes y obligó al Ayuntamiento de Barcelona a redactar una normativa que establece las velocidades máximas o las medidas de seguridad.

Así por ejemplo, no obliga los patinetes a suscribir un seguro aunque pueden coger velocidades de 30 kilómetros/hora. En cuanto a las medidas de protección, recomienda utilizar el casco en el caso de los usuarios particulares, pero lo hace obligatorio en el caso de actividad de explotación económica. Asimismo, tampoco exige –pero sí que lo sugiere para una mejor visibilidad– llevar elementos reflectantes, luces y timbres.

Por lo que hace la as velocidades máximas permitidas, la normativa municipal establece que los conductores pueden circular a un máximo de 30 kilómetros por hora por los carriles bici que estén situados a la calzada y a 10 kilómetros por hora en los carriles bici situados en la acera. En las zonas 30, podrán circular aquellos patinetes en que su velocidad máxima supere los 20 kilómetros por hora. Las infracciones leves pueden comportar multas de hasta 100 euros, en casos graves 200 euros y para las de carácter muy grave 500 euros.

A su vez, la Dirección General de Tráfico (DGT) prevé aprobar a mediados de este año una normativa que examine las características técnicas de los patinetes y pueda determinar qué exigencias de seguridad requieren. Para la cabeza|cabo|jefe de Área de Vehículos de la DGT, Luis Fernando Verdasco, este nuevo texto facilitará que las administraciones locales, que son las que tienen competencias en circulación urbana, puedan desarrollar normativas para que los patinetes encuentren su lugar y les sea más fácil «compartir la vía con peatones, turismos y otros vehículos tradicionales».