Los dos grandes bloques españoles se juegan el poder territorial en el Estado
Las grandes formaciones españolas centran la mirada a batallas como la de la Comunidad de Madrid, donde las izquierdas aspiran a poner punto y final a 24 años de gobierno del PP
Los dos grandes bloques|blocs españoles se juegan el poder territorial en el Estado y sus equilibrios internos
La apertura de las urnas en las 09.00 de la mañana de este domingo 26 de mayo marca el inicio de una nueva etapa de poder territorial en el Estado, donde el PSOE aspira a teñir de rojo el mapa y el PP busca mantener algunos de sus feudos principales. La victoria en Europa, los cambios en las alcaldías de capitales clave del Estado y la batalla por Madrid, donde la izquierda y la derecha se disputan la Comunidad después de 24 años de gobiernos populares, centrará parte de la atención de esta jornada de elecciones municipales, europeas y autonómicas en nueve territorios. En juego, también, los equilibrios internos en los respectivos bloques, especialmente en la derecha donde el PP y Cs pugnan por el liderazgo de la oposición. En total hay llamados en las urnas 35.277.728 electores en las municipales y europeas y 16.480.264 en las autonómicas. El presupuesto del Estado para hacer los comicios es de 172.685,360,40 euros.
Los bloques de la derecha y la izquierda se disputan el poder en Aragón Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Múrcia Navarra y la Rioja, las nueve comunidades donde hay elecciones este domingo. Según el CIS las izquierdas se impondrán a todas ellas excepto Murcia, la última bastión del PP en estos comicios.
La pugna a nivel municipal entre los bloques|blocs españoles se centra en las grandes capitales como Madrid, Valencia o Zaragoza, donde las derechas obtuvieron un mayor porcentaje de voto a las últimas elecciones, pero donde las encuestas auguran una victoria de las izquierdas.
El PSOE busca extender la inercia de las pasadas elecciones y completar el giro a la izquierda, mientras que la actual dirección del PP se aferra a la posibilidad de mantener algunas de sus bastiones para blindar un Pablo Casado que se dispone a renovar la dirección del partido.
Durante la campaña el líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido un voto «coherente» que le permita extender a estas elecciones la victoria del 28 de abril, mientras que la derecha ha insistido en la estrategia que desplegó a las pasadas elecciones, con Cataluña como principal ariete.
El PSOE ha centrado la mirada en comunidades como Madrid, donde en los pasados comicios se impuso a un PP debilitado por la fragmentación de la derecha. El CIS preelectoral auguraba una victoria del bloque formado por el PSOE, Podemos y Mas Madrid, el partido de Manuela Carmena e Íñigo Errejón.
La batalla también se centra en el Ayuntamiento de Madrid, donde las encuestas apuntan que Manuela Carmena podría revalidar el cargo, pero donde una mayoría de los electores de la capital votaron partidos de la derecha a las elecciones del 28 de abril.
Y a nivel europeo el PSOE espera hacer buenas las predicciones del barómetro preelectoral y asegurar la victoria de Josep Borrell, que cambiaría los resultados de las elecciones de ahora hace cinco años y dejaría el PP en segunda posición perseguido de cerca por Cs.
Sobre la mesa el juego de alianzas que el PSOE tendrá que construir después de estas elecciones, con prioridad para la socios de Podemos, necesario para la investidura de Pedro Sánchez que reclama la creación de un gobierno de coalición.
También están en juego los equilibrios internos de los bloques y de los partidos que los integran. Pablo Iglesias espera batir Mas Madrid en la Comunidad de Madrid, donde se disputan un mismo espacio. Pablo Casado necesita recuperar posiciones delante de un PP que duda ya de su liderazgo, y Albert Rivera quiere que los comicios refuercen el rol de primero partir de la oposición que se otorga a él mismo desde el 28-A.