Internacional
El silencio rodea al adiós definitivo de Theresa May el día de su dimisión
May ha presentado oficialmente su renuncia del liderazgo del Partido Conservador y la jefatura del Gobierno británico
Después de casi tres años de contienda, el 'brexit' ha dado este viernes su estocada definitiva a Theresa May, que ha presentado oficialmente y con total discreción su renuncia del liderazgo del Partido Conservador y la jefatura del Gobierno británico.
May no ha pronunciado ningún discurso ni declaración pública el día en que culminan sus duros años de mandato, un tiempo que empezó y ha acabado irremediablemente marcado por el 'brexit'.
La veterana política permanecerá en el cargo en funciones hasta que se designe a su sucesor en unas primarias internas que empezarán el lunes que viene y que, de momento, cuentan con once posibles candidatos.
La todavía premier ha comunicado su dimisión a través de una carta privada a los presidentes en funciones del llamado Comité 1922, que agrupa a los diputados conservadores sin cartera, Charles Walker y Cheryl Gillan.
Una decisión que avanzó el pasado 24 de mayo en un emocionado discurso en las puertas del número 10 de Downing Street en el cual expresó su profundo pesar por no haber podido cumplir con el gran cometido de la legislatura: ejecutar la ruptura con el bloque comunitario.
«He hecho todo el posible para materializar el brexit. He luchado para hacer que el Reino Unido sirva no sólo a unos pocos privilegiados sino a todo el mundo y cumplir con el resultado del referéndum», puntualizó May, antes de que se le saltaran las lágrimas en su comparecencia de hace dos semanas.
El plebiscito de 2016 que dio la victoria a la ruptura con la Unión Europea (UE) precipitó la dimisión de David Cameron y fue May, en un proceso equivalente a lo que empezará el partido el próximo 10 de junio, el designado para sucederle.
El 'brexit' ha sido el asunto de que ha dominado todo el mandato de May, quién perdió la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes en las elecciones generales que convocó en junio de 2017, lo cual, posteriormente, entorpeció sus planes para ejecutar el divorcio.
Sin una mayoría parlamentaria, con profundas fracturas dentro de sus propias filas y varias desbandadas ministeriales, May no ha sido capaz de sellar la salida del país del Club de los Veintisiete prevista para el 29 de marzo y que, finalmente, tendrá lugar el 31 de octubre con otro primer ministro al frente del país.
El candidato que parte como gran favorito es el exministro de Asuntos exteriores y antiguo alcalde de Londres, Boris Johnson, que es partidario de un 'brexit' llevar y que ya ha adelantado que no contempla otra prórroga.
El controvertido político ha indicado que, si consigue hacerse con las llaves del número 10 de Downing Street, el Reino Unido abandonará la UE el 31 de octubre con o sin acuerdo con Bruselas.
Una postura alejada de la de Theresa May, que luchó desde el mes de noviembre pasado para que la Cámara de los Comunes aprobara el pacto sellado con los Veintisiete y evitar cueste lo que cueste una salida abrupta.
No obstante, sus esfuerzos fueron en balde y hasta tres ocasiones los parlamentarios rechazaron los términos de este pacto que consideraron nocivo para el país.
Por su parte, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha insistido que el nuevo dirigente tory tiene que convocar elecciones generales para que sea la «gente» la que decida sobre «el futuro del país».
«El siguiente primer ministro no tendría que ser escogido por un puñado de afiliados tories no representativos», ha subrayado el político.
Irónicamente, la última jornada de May ha transcurrido de forma sosegada y silenciosa, todo el contrario en lo que ha sido su tiempo al frente del Ejecutivo británico, marcado por la inestabilidad y el ruido de un escabroso proceso del 'brexit', que todavía tendrá que culminar su sucesor.