Sociedad
Los Mossos harán 900 controles y los Bombers se reforzarán con 170 efectivos por Sant Joan
Se prevé que se movilicen 510.000 vehículos fuera del área de Barcelona, principalmente la Costa Brava y la Costa Daurada
La Consejería de Interior prevé que este próximo fin de semana largo, coincidiendo con la verbena de Sant Joan, pueda ser uno de los «de más peligrosos del año», a causa de la gran movilidad de vehículos, las fiestas, los petardos y las condiciones meteorológicas que pueden favorecer los incendios forestales. Por eso, Mossos, Bombers, Protecció Civil, Trànsit y Agents Rurals han preparado un dispositivo especial de refuerzo de la seguridad para prevenir incidentes. Se prevé que entre el viernes y sábado salgan del área de Barcelona más de medio millón de vehículos, sobre todo a segundas residencias de las zonas costeras, cosa que obliga a extremar la precaución a la hora de tirar petardos, porque en zonas rurales hay más peligro que en las ciudades.
Buch ha explicado que al coincidir Sant Joan con el lunes hace que el fin de semana largo sea aprovechado por mucha gente para marcharse fuera a celebrar la verbena. Eso empeora por el hecho del aumento de temperatura, bajada de humedad y viento del sur que puede favorecer los incendios forestales.
Entre el viernes por la tarde y las 12 de la noche de lunes a martes se prevé que se movilicen 510.000 vehículos fuera del área de Barcelona, principalmente la Costa Brava y la Costa Daurada. Por eso, los Mossos harán unos 900 controles de alcoholemia, drogas, motos, distracciones, transporte de pirotecnia, velocidad y seguridad pasiva, 52 de los cuales serán de alcohol y drogas durante la noche de la verbena. Para reducir las retenciones habrá carriles adicionales en la C-58, la C-32, la N-340, la C-31, la C-65, la AP-7, la C-14 y la C-15, según el día y la hora. También se restringirá la circulación de camiones. Por su parte, las autopistas de Acesa, Aucat e Invicat también han previsto un incremento del tráfico del 18 al 21% respecto del 2018 a la AP-7 y la C-32 en el Garraf.
Aparte de los controles en la carretera, los Mossos desplegarán efectivos de seguridad ciudadana y de orden público en las zonas más concurridas y se vigilarán las verbenas populares y las salas de fiesta. Los nuevos agentes graduados este mismo miércoles ya trabajarán en sus comisarías de destino.
Este año Sant Joan coincide con la Patum de Berga. El director del Servei Català de Trànsit, Juli Gendrau, ha explicado que no variará mucho el dispositivo respecto de otros años, que consiste básicamente en hacer controles de alcoholemia en las salidas de la localidad. De hecho, espera que la coincidencia entre las dos fiestas haga que el domingo y lunes haya menos visitantes de fuera de la capital berguedana.
Los Bombers de la Generalitat atendieron el año pasado 862 servicios, el 36% de los cuales fueron por incendios de vegetación. Los bomberos recuerdan que un petardo puede derivar en un gran incendio forestal, y que el hecho de que la verbena sea de noche hace que los medios aéreos no puedan atacar el fuego desde su inicio. Además, el traslado de la población en segundas residencias hace que el peligro esté extendido en todo el territorio. Por eso, se reforzarán las guardias con 172 bombas más durante la verbena, y los parques de bomberos voluntarios podrán abrir toda la noche. También se incrementarán los auxiliares de oficio forestal y se reforzarán las salas de control de las regiones de emergencias y la Sala Central de los Bombers, ubicada en Cerdanyola del Vallès. El teléfono 112 recibió el año pasado 4.000 llamadas durante la verbena, ya que es la noche con más actividad junto con la de Fin de Año.