Ciencia
Descubren un tratamiento para evitar el crecimiento de los tumores
El Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas comprueba los resultados en un estudio con ratones
Un estudio liderado por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) ha determinado por primera vez un mecanismo celular que podría ser «clave» para el tratamiento de los tumores metastáticos.
En un artículo publicado en la revista Molecular Cell , los investigadores relatan el papel de una proteína activada por las mutaciones de dos oncogenes, consistente en facilitar la reparación del daño en el ADN de las células tumorales que ha provocado el tratamiento de quimioterapia, que las hace más resistentes a la acción de estos fármacos. Con el estudio se demuestra que combinar la acción de un inhibidor de uno de estos oncogenes, el BRAF, con quimioterapia, la desactiva y acaba con el tumor.
Según Lluís Espinosa, director del Grupo de Investigación de Mecanismos moleculares del cáncer y las células madre del IMIM, estos oncogenes, además de convertir las células normales en tumorales, hacen que puedan reparar mejor el daño que le provocan los agentes quimioterápicos o la radiación y las hacen más resistentes. Es decir, hacen un «doble juego», facilitando la transformación tumoral y protegiendo el tumor del daño que imponen los quimioterápicos y la radiación. La presencia de las mutaciones dificulta mucho el tratamiento, según Espinosa, pero es una ventaja ya que si gracias a estas mutaciones, la célula tumoral es más resistente al daño, la eliminación de su actividad con fármacos que ya se utilizan la hacen especialmente sensible a los tratamientos.
El estudio se ha hecho con ratones en los cuales se les habían implantado tumores de colon de pacientes humanos que habían desarrollado metástasis y resistencia al tratamiento. Los resultados del estudio mostraron que los animales que no recibieron tratamiento o sólo fueron tratados con inhibidores de BRAF o quimioterapia, murieron. Pero los que recibieron un tratamiento que combinaba estos inhibidores con quimioterapia sobrevivieron. Es más, se pudo comprobar que las células tumorales habían muerto. Estos datos también se han podido confirmar con muestras in vitro.
Por eso, los impulsores del estudio quieren iniciar ahora un ensayo clínico en pacientes con cáncer, aprovechando el hecho que los medicamentos utilizados en el estudio ya existen y se utilizan en la práctica clínica. Según Clara Montagut, firmante del trabajo y jefe de sección de Oncología Digestiva del Servicio de Oncología Médica del Hospital del Mar, cree que los resultados «nuevos y prometedores» abren nuevas vías de tratamiento para el cáncer, que hace falta comprobar con un ensayo clínico por confirmar los resultados de eficacia y determinar los efectos secundarios en humanos.