La primera bebé robada de Espanya localiza a su familia después de 32 años

Inés Madrigal, la primera mujer reconocida por los tribunales como una bebé robada, ha revelado que después de 32 años ha encontrado a su familia biológica, lo cual puede dar un vuelco al caso después de que ella haya trasladado a la Fiscalía que, según sus parientes, no fue robada sino entregada en adopción voluntariamente.

La Audiencia de Madrid reconoció que Madrigal fue robada por el doctor Eduardo Vela en una clínica de Madrid sólo nacer, pero con la noticia hecha pública este jueves por la mujer y confirmada después por la Fiscalía Provincial en una nota, el horizonte que se abre es desconocido para la investigación, cuando el Tribunal Supremo tiene pendiente resolver el recurso contra el médico, considerado responsable pero absuelto por prescripción del delitos.

Madrigal, en rueda de prensa, ha calificado como «un triunfo» haber encontrado a su «familia de verdad», aunque es una «noticia agridulce» porque su madre biológica murió en el 2013 a los 73 años. «Por primera vez tengo el puzzle de mi vida completo», ha dicho la mujer, que ha explicado que el hallazgo vino a través de una empresa de los EE.UU. especializada en análisis de ADN.

Unos periodistas de este país le informaron de la existencia de esta empresa privada y Madrigal se hizo una prueba que «dio como resultado que tenía a un pariente próximo», un primo segundo de nombre Aitor, que se había hecho las pruebas allí por «pura curiosidad». Madrigal le envió un mensaje a través de la empresa y fue entonces cuando empezó la busca ya directa de su familia y se puso a «hilar el hilo» hasta llegar a su hermano biológico que tenía su ADN en un banco español.

Y es que sus cuatro hermanos -la Fiscalía habla de tres y una tía carnal según el propio relato de Madrigal- también estaban detrás de ella y conocían su existencia al haberla visto en la televisión y apreciar una semejanza con su madre, así que uno de ellos se hizo un perfil genético que llevó a un banco de ADN a España, el cual no detectó nunca el parentesco.

Para Madrigal «es tercermundista que en España necesitamos de empresas de los EEUU para encontrarnos», cosa que demuestra que «los bancos de ADN españoles no están preparados ni capacitados para producir encuentros», porque utilizan un sistema con unos parámetros de búsqueda más limitados en comparación con los estadounidenses, que someten los resultados a miles de repeticiones y variables.

De su historia oficial no ha querido dar muchos detalles por respeto a la privacidad de su «nueva familia». Si que ha dicho que su madre, que se quedó embarazada sin estar casada, no pudo quedarse con ella porque «era mandato de género dar a los niños en adopción» en estas circunstancias y nunca vio a su bebé después del parto. Tiempo después, su madre se casó y tuvo cuatro hijos. «Cuándo pudo se lo explicó, no se olvidó de mí», ha dicho Madrigal, que ha puntualizado que sus hermanos tenían pocos detalles de aquella criatura. Quien sí que los tenía era Vela, el doctor, de quien no entiende «cómo ha podido callar la verdad incluso cuando se ha tenido que sentar en el banquillo».

De hecho, poco después de la comparecencia ante los periodistas, la Fiscalía de Madrid ha enviado un comunicado en el cual informa de que ha verificado que Madrigal, quién les trasladó esta nueva información, no fue robada sino que fue una «bebé adoptada» una vez que su familia biológica manifestó que fue entregada «voluntariamente».

Este hallazgo motivó la apertura de unas diligencias preprocesals el mayo pasado, en las cuales el Ministerio Público requirió muestras genéticas en los cuatro nuevos familiares que determinaron, según el dictamen del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, que es «78.802 veces más probable» la compatibilidad genética entre ellos enfrente de una persona al azar.Además, la Fiscalía los interrogó como testigos y todos reconocieron la entrega en adopción del bebé sin saber el sexo.

Con los resultados y estas declaraciones, el Ministerio Público considera que «debería quedar excluido como hecho probado el robo de un bebé y con ellos el delito de detención ilegal», por el cual se consideró responsable a Vela.

La Fiscalía señala que las diligencias «se entienden de interés para el procedimiento, bien sea durante la tramitación del recurso de casación, bien posteriormente a la firmeza de la sentencia respecto del eventual recurso de revisión», pero las consecuencias jurídicas son imprevisibles porque el recurso delante del Supremo está motivado y estructurado entorno a un bebé robado, no adoptado.

Madrigal es consciente de eso y de como de enrevesado está todo jurídicamente, pero se remite al hecho de que el fondo del asunto es conocer la decisión del alto tribunal sobre si los delitos en los casos de bebés robados están prescritos, un pronunciamiento que tiene en suspenso a muchas familias de España que anhelan reabrir sus causas en los juzgados.