Política
El 'no' a la independencia con un 48,3% supera el 'sí', que cae hasta el 44%
Los contrarios de un estado propio suben 4,2 puntos respecto del último barómetro del CEO de marzo
El 'no' a la independencia se dispara hasta el 48,3% y supera el 'sí', que cae 4,4 puntos con respecto al último barómetro de marzo y se sitúa en el 44%. Así lo indican los datos de la segunda ola del Barómetro de Opinión Política del Centro de Estudios de Opinión (CEO). Según el histórico, los contrarios a un estado propio no superaban a los partidarios desde junio del 2017. Según la intención de voto en el Parlament, el 73,9% de los comunes y el 87,1% de los votantes del PSC no son partidarios de la independencia. Con respecto a los partidos declarados independentistas, un 84,5% de los votantes de ERC la quiere, un porcentaje que es del 91,3% en el caso de JxCat y del 95,6% en el caso de los votantes de la CUP.
El 70,8% de los encuestados creen que Cataluña tiene derecho a celebrar un referéndum de autodeterminación. Destaca que así lo creen el 49,7% de los votantes del PSC, el 78,3% de los votantes de los comunes y uno de cada 4 votantes tanto de Cs como del PPC.
Con respecto a la pregunta de que tendría que ser Cataluña. Un 34,5% apuesta por que sea un estado independiente; un 24,5 quiere que ocurra un estado dentro de una España federal, el 27% apuesta para que Cataluña siga siendo una comunidad autónoma mientras que el 7,8% dice que tiene que ser una región de España.
El 42,3% de los catalanes apuesta por una negociación sin límites entre Cataluña y España
Por otra parte, también según el CEO el 42,3% de los catalanes apuestan por una política de diálogo y negociación «sin límites» para resolver la situación entre Cataluña y España. Así pues, sumando las dos opciones, los catalanes que apuestan por el diálogo llegan al 82%. En segunda posición, se sitúan el 39,7% que cree que el diálogo y la negociación se tiene que hacer en el marco de la Constitución española. Mucho más minoritarias son las opciones del 9,1% que quiere una política de unilateralidad por parte del Gobierno y el 3,7% que ve necesaria una «política de mano dura» por parte del gobierno español.