El agresor sexual de una menor en el Puerto Olímpico podría haber sido un preso de permiso

El agresor sexual de una joven menor de edad la madrugada del 4 al 5 de julio en la zona barcelonesa del Puerto Olímpico podría haber sido un preso de permiso. A raíz de la denuncia, los Mossos iniciaron una investigación que, entre otros extremos, comportó un reconocimiento fotográfico de la víctima. Entre las fotografías la chica vio a su presunto agresor, que resultó ser un interno de una prisión catalana que disfrutaba de un permiso penitenciario, según han confirmado fuentes del Departament de Justícia. Se trata de un interno que cumple una pena de 9 años y 6 meses de prisión por una violación y dos intentos de violación, delitos que cometió cuando tenía 17 años. Le quedan 3 años de condena y desde hace uno y medio disfruta de permisos.

En concreto, el preso, que ahora tiene 24 años, ha tenido 11 permisos, 3 de hasta 2 días autorizados por la prisión y 8 más de hasta 6 días autorizados por el juez de Vigilancia Penitenciaria. Durante el último de estos permisos habría cometido la presunta agresión sexual. El preso volvió al centro penitenciario después del permiso, donde sigue ingresado a la espera de pasar a disposición judicial. De momento se le han suspendido las salidas culturales y terapéuticas y los permisos que pudiera tener.

Desde el Departament de Justícia se lamentan los hechos presuntamente cometidos por el interno, que había seguido el programa para tratar agresores sexuales diseñado por la administración. Un programa que, según las mismas fuentes, tiene un 96% de éxito y un 4% de reincidencia entre los presos que lo siguen.

El programa consta de tres fases, una primera motivacional en que el objetivo es que el agresor reconozca el delito; una segunda de intervención donde se trabaja la empatía hacia la víctima y una tercera donde el preso ya empieza a hacer salidas de la prisión, en la condición que ya haya cumplido la mitad de la condena impuesta por la justicia.