Salud
Una de cada cinco personas infectadas con hepatitis C en Cataluña lo desconoce
Salut se marca como objetivos diagnosticar de forma precoz los casos ocultos y garantizar un acceso rápido al tratamiento para eliminar la enfermedad antes del 2030
Se calcula que en Cataluña unas 30.000 personas están infectadas activamente con el virus de la hepatitis C (VHC), una cifra que puede ser superior si se incluyen los colectivos más vulnerables de la población ante esta enfermedad. Aproximadamente un 20% desconoce que está infectado, según ha dado a conocer el Departament de Salut este lunes. Uno de los objetivos clave del Plan de prevención y control de la hepatitis C es el diagnóstico precoz de infecciones ocultas, tanto en población general como en grupos clave que pueden correr un alto riesgo de infección, y garantizarles un acceso rápido al tratamiento que actualmente es, muy efectivo. El director del Programa de Prevenció, Control i Atenció al VIH, les ITS i les Hepatitis Víriques (PCAVIHV), Joan Colom, ha destacado que el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es eliminar la hepatitis C como un problema de salud pública en el 2030 y se ha mostrado convencido de que en Cataluña se conseguirá en torno al 2025.
«La hepatitis C tiene una incidencia elevada; ciertainfradeclaració, puesto que puede pasardesaparcebuda, y un tratamiento extraordinariamente efectivo, con una curación de cerca del 97%», ha radiografiado el secretario de Salut Pública, JoanGuix, en una rueda de prensa este lunes para explicar la estrategia contra esta infección en Cataluña, coincidiendo con el Día Mundial de las Hepatitis Víricas, promovido por la OMS y que fue este domingo.
Alrededor del 1,1% de la población mayor de edad en Cataluña ha estado en contacto con el virus de la hepatitis C. El virus causa una infección aguda, a menudoasimptomàtica, cuando la persona entra en contacto y, al cabo de seis meses, entre un 15 y un 25% de las personas pueden eliminar el virus y, por lo tanto, se curan espontáneamente. El resto, pero, tienen una infección crónica activa y un 20% no lo saben.
La principal causa de infección es por transmisión sexual, con más del 60% de los casos, y a mucha más distancia, se sitúan las intervenciones maxilofaciales; inyecciones o vías venosas y las drogas, según ha indicado. La hepatitis C, contra la que actualmente no existe una vacuna, a diferencia de la A y la B, puede causar hepatitis aguda, hepatitis crónica, cirrosis, cáncer de hígado y trasplante hepático. Esta dolencia vírica se encuentra entre las 15 primeras causas de mortalidad en la población catalana.
En Cataluña se creó el 2017 el Programa de Prevenció, Control i Atenció al VIH, les infeccions de transmissió sexual (ITS) i les Hepatitis Víriques, que lidera Colom, y el Gobierno aprobó hace unas semanas el plan de prevención y control para aumentar la detección de la hepatitis C, disminuir la incidencia y mejorar la atención a las personas afectadas. El plan se encuentra alineado con el objetivo de la OMS de eliminar -reducir de forma drástica, no erradicar - la hepatitis C al 2030.
«Eliminar la hepatitis C es posible, puesto que tenemos un tratamiento curativo. Nos encontramos ante un reto importante de salud pública», ha afirmado Colom. De momento, la infección ya se ha eliminado en los grupos de personas hemofílicas y se espera que el 2021 Cataluña esté en posición demicroeliminarla hepatitis C de las prisiones catalanas, ha apuntado el director del programa. La consellera de Salut, Alba Vergés, ha destacado que es clave diagnosticar los casos ocultos de hepatitis C para conseguir eliminar la dolencia.
Mejorar el diagnóstico
Uno de los pilares del plan es el diagnóstico precoz de la hepatitis C. Se ha intensificado la criba y el acceso al tratamiento de los grupos clave, como son personas que se inyectan drogas, internas en centros penitenciarios,coinfectades con el VIH, procedentes de países con altas prevalencias delVHCo que tienen prácticas sexuales de riesgo sin protección.
Así, se ha puesto en marcha un proyecto piloto para ofrecer la prueba rápida en sangre seca entre personas procedentes de países con altas prevalencias delVHC. También se han distribuido cerca de 1.000 pruebas rápidas de anticuerpos deVHCa personas consumidoras de drogas a la Red de Atención a las Drogodependencias.
Además, los laboratorios del Institut Català de la Salut (ICS) implementan desde el año pasado unos tests que agilizan la detección de infecciones en un solo paso y con una única extracción de sangre. «Con este test, cuando detectamos que una persona tiene anticuerpos contra el virus, el laboratorio analiza automáticamente si tiene carga vírica. Esto levanta una alarma que va a la historia clínica de atención primaria para que el médico sepa que tiene un paciente susceptible de ser tratado», ha recalcado Colom. También están recuperando las historias clínicas de personas que han estado en algún momento diagnosticadas pero que no recibieron el tratamiento.
Un tratamiento con una tasa de curación del 96,4%
El tratamiento actual actúa directamente contra la hepatitis C y logra una tasa de curación del 96,4%. Consiste en una toma al día por vía oral; no tiene efectos secundarios y una duración de entre 8 y 12 semanas. En los últimos cinco años, se han tratado en Cataluña más de 28.000 personas, con un gasto total de 323,4 millones de euros.
Según han explicado los responsables de Salut, los tratamientos tenían un coste muy elevado hace unos años y se han ido reduciendo hasta los 7.000 euros aproximadamente. Vergés hareivindicado que el Gobierno «decidió poner a disposición de las personas afectadas los nuevos tratamientos que han salido, a pesar de que ni ha habido un plan económico del estado español que ayudara a hacer frente».
Según el Registro de pacientes y tratamientos del Servei Català de la Salut (CatSalut), el año pasado se trataron 5.605 personas, con una edad mediana de 56 años y una distribución por sexo del 58% hombres y 42% mujeres. También se han formado profesionales de atención primaria; de los Centros de Atención y Seguimiento de Drogodependencias; personas que consumen drogas y agentes de salud comunitaria internacional para garantizar la vinculación directa al tratamiento.
La hepatitis C es una de las que conforman el grupo de las hepatitis víricas, que se encuentran entre las dolencias con más carga demorbi-mortalidad en el mundo, superior al sida, la tuberculosis o la malaria. Por eso, la OMS las ha priorizado dentro de los Objetivos de desarrollo sostenible (2030), puesto que causan 1,34 millones de muertes anuales, provocan dos de cada tres muertos por cáncer de hígado y afectan, sin que lo sepan, cerca de 300 millones de personas en el mundo.