Más de 200 catalanes dieron 67,5 millones de euros a entidades solidarias en sus testamentos

El año 2018 un total de 206 catalanes dieron 67,5 millones de euros a entidades solidarias en sus testamentos, cosa que supone el 18% de los legados de todo el estado y el 28% del importe recogido en toda España. Entre los beneficiarios, las órdenes religiosas recibieron el 57% de los legados y el 69% del importe, delante del 43% de los legados y el 31% del importe para las ONG o las fundaciones.

Coincidiendo con el Día Internacional del Legado Solidario, Joan Carles Ollé, decano del Col·legi de Notaris de Catalunya, ha explicado que «un legado solidario hace falta hacerlo explícito en el momento de hacer testamento y es una manera de dar continuidad a acciones solidarias hechas en el transcurso de la vida». El legado puede incluir bienes muy diversos como, por ejemplo, un inmueble, un importe en dinero o un porcentaje del patrimonio. El único límite es que «no puede perjudicar, en ningún caso, la legítima de los herederos forzosos que, en Cataluña, regida por el Derecho Civil catalán, es una cuarta parte del valor de los bienes a repartir entre todos los hijos, en caso de haberlosi». Ollé también recuerda que «las entidades sin ánimo de lucro no están sujetas al Impuesto de Sucesiones y Donaciones». En más, recuerda que «el testamento, con un coste de aproximadamente 50 euros, es el único documento que asegura que los bines propios se transmitirán a aquellas personas o entidades que se decida».

Históricamente, desde la Edad Media y hasta bien entrado el siglo XIX, en muchos testamentos había legados con finalidades benéficas, destinados principalmente a la asistencia de los más desvalidos. En Barcelona, por ejemplo, es gracias a estos legados en los siglos XII y XIII que se crea Pia Almoina y seis hospitales más. A finales del siglo XIX un legado del banquero Pau Gil destinó la mitad de su fortuna a la construcción del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau modernista.