Un informe de las Cortes detecta «situaciones» de acoso entre trabajadores

El diagnóstico que encargaron el Congreso y el Senado para redactar un futuro plan de igualdad en ambas Cámaras ha detectado «situaciones de acoso moral, sexual y/o por razón de sexo», ya que el 10 por ciento de las trabajadoras entrevistadas para el informe «consideran haber vivido» casos así, al igual que el 3 por ciento de los trabajadores.

Un 7 por ciento de las mujeres encuestadas y un 9 por ciento de los hombres dicen «haberlos presenciado», en tanto que un 31 por ciento de entrevistadas y un 26 de entrevistados indican que «algo se ha comentado» al respecto.

Son porcentajes que figuran en un documento interno al que ha accedido Efe; se trata del diagnóstico que el Congreso y el Senado encargaron en la anterior legislatura a una empresa externa con el fin de redactar un Plan de Igualdad para ambas Cámaras.

No existe por ahora dicho Plan, y ésta es la carencia por la que se hace el informe, pero no es la única.

Sin vías para denunciar

En la formación, denuncia e identificación de situaciones de acoso sexual o por razón de sexo el diagnóstico localiza varios vacíos.

Destaca que en las Cortes Generales no se ha llevado a cabo ningún estudio para detectar «posibles riesgos derivados del acoso» como «situaciones de estrés, depresión o ansiedad».

Remarca que no está hecho «un protocolo de prevención y actuación contra el acoso sexual y acoso por razón de sexo».

Y recalca que no se han trazado «canales formales internos para denunciar situaciones que el personal considere que deben ser» comunicadas, como por ejemplo conductas «ofensivas, discriminatorias o abusivas».

La sensibilización sobre estos casos, así como la formación, brillan por su ausencia, a tenor de las conclusiones del informe. Quizá por ello, apunta el documento, «en la dirección de Recursos Humanos no se tiene constancia de ningún episodio de acoso sexual o acoso por razón de sexo».

Contexto del informe

Un total de 1.125 personas integran los cuerpos de funcionarios, personal laboral y personal eventual del Congreso y del Senado, según los datos a 31 de enero de 2019, que son con los que cuenta el estudio. Un 58 por ciento son hombres y un 62, mujeres.

Un matiz en el que reparar: el 70 por ciento de las mujeres y el 65 por ciento de los hombres tienen más de 45 años.

De las tres categorías laborales citadas antes, el informe subraya «la alta proporción de mujeres» en el personal eventual de las dos Cámaras, lo que no es baladí, pues se trata del sector con más temporalidad.

El 55 por ciento de esos 1.125 trabajadores ha propiciado con sus respuestas la elaboración del diagnóstico en el que se basará el futuro Plan de Igualdad.

Demandas de conciliación

La sensación generalizada, señala el informe, es que en las Cortes prevalece la igualdad de oportunidades: más del 60 por ciento de las personas encuestadas consideran que confluyen las mismas oportunidades para acceder a las plazas que se convocan, para promocionarse, para entrar en cursos de formación y para cobrar.

Es más: un 96 por ciento de entrevistados y un 90 por ciento de entrevistadas concluyen que cobran igual.

Cambia el panorama si se habla de conciliación. Entre el personal sobresale la demanda de un régimen horario diferente, en el que quepan la jornada intensiva todo el año, el teletrabajo, la flexibilidad en las entradas y salidas y la racionalización en la actividad parlamentaria, en ocasiones larguísima debido a plenos que concluyen avanzada la noche.

Entre un 40 y un 60 por ciento de los encuestados solicitan estas medidas.

Dice el diagnóstico que el 28 por ciento de las trabajadoras ha pedido reducción de jornada, porcentaje elevado si se compara con el 6 por ciento de los hombres que lo ha hecho. Y esto a pesar de que un 69 por ciento de las encuestadas cree que es incompatible comprimir el horario y tener un puesto de responsabilidad.

En el último año, por cierto, 13 mujeres solicitaron reducción de jornada para cuidar de su hijo o hija. Sólo un hombre.

Sobre situaciones de acoso

La inmensa mayoría de los trabajadores cree que en el Congreso y en el Senado se vive «un clima igualitario», de modo que no perciben un lenguaje sexista en la web o en los comunicados ni «actitudes o comentarios discriminatorios o machistas».

Ésta es la percepción principal respecto de los casos de acoso, porque cuando el informe indaga en «si se dan o se han dado casos de acoso moral, sexual y/o por razón de sexo», más del 50 por ciento de mujeres y de hombres, en todas las categorías laborales, optan por esta respuesta: «No creo, el clima es muy igualitario».

Sin embargo, afirman haber «vivido» situaciones de acoso el 10 por ciento de las entrevistadas (media de mujeres en todas las categorías laborales que delimitan el estudio) y el 3 por ciento de los hombres (la misma media).

Y aquí radica una de las carencias que detecta el informe. «¿Sabría a quién dirigirse en caso de sufrir acoso moral, sexual y/o por razón de sexo?», pregunta el estudio. Un 57 por ciento de las entrevistadas y un 59 por ciento de los entrevistados aseguran: «No, porque nunca me han informado».