Religión
El exprofesor del Sant Ignasi apartado por el Vaticano admite los abusos y pide disculpas
Los hermanos Jordi y Oriol de la Mata recurrirán la resolución porque quieren que sea expulsado y que se reconozca «el encubrimiento» de los jesuitas
El exprofesor del colegio Sant Ignasi de Barcelona acusado de abusos sexuales y ahora apartado por orden del Vaticano ha reconocido los abusos a los dos hermanos que lo denunciaron y les ha pedido perdón. En una carta, difundida por Rac 1 y El Periódico, dice que quiere acabar sus días «en paz» con él mismo y con todas las personas con las que se ha relacionado. «Y sé que os debo una disculpa, aunque haya pasado tanto de tiempo desde que os conocí», añade Pere Sala, que les pide perdón por los momentos en que su conducta «fue impropia de un jesuita y educador», y por la afectación que eso tuvo en sus vidas. «Lo siento de verdad», concluye. Jordi y Oriol de la Mata ven insuficiente la resolución y como mínimo uno de ellos tiene intención de presentar un recurso. A su parecer, Sala tiene que ser expulsado del sacerdocio y hay que reconocer el «encubrimiento» que se produjo por parte de los jesuitas.
El Superior Provincial de la Compañía de Jesús en España, Antonio España, ha dado a conocer este lunes la resolución del proceso canónico y las medidas que se imponen al padre Pere Sala. Siguiendo las indicaciones del Vaticano, el Superior General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, impone a Pere Sala un precepto penal con una serie de prohibiciones. Se prohíbe al sacerdote celebrar públicamente los sacramentos, realizar actividades apostólicas y pastorales de carácter público, mantener trato con menores, conceder cualquier entrevista a medios de comunicación y tener perfiles en las redes sociales, ponerse en contacto con las víctimas y salir de la comunidad en la que reside sin permiso expreso del superior.
El Vaticano obliga a apartar a un exprofesor del colegio Sant Ignasi de Barcelona por abusos sexuales