Diari Més

Llarena emite una orden europea y una internacional para extraditar Puigdemont por sedición y malversación

Se argumenta que la sentencia del Supremo «propicia el riesgo» de que los exiliados «huyan» a países fuera de la UE

El expresidente Carles Puigdemont en Bruselas.

Puigdemont dice que «si alguna cosa le hace falta en Europa para no sucumbir» es la «rebeldía» de los catalanes el 1-OACN

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El juez del Supremo Pablo Llarena ha emitido una nueva euroorden y una orden internacional de detención contra el expresidente Carles Puigdemont por los delitos de sedición y malversación. Pocas horas después de la sentencia contra los líderes independentistas, Llarena ha dictado un auto para extraditar a Puigdemont. Según esta, la sentencia proclama la naturaleza «delictiva» de los hechos objeto de acusación. Además, se observa que las condenas conocidas este lunes «propician el riesgo» de que los líderes que están en el extranjero «huyan» a países que no son miembros de la UE.

En el texto se argumenta que cualquier decisión sobre los procesados en el extranjero «tiene que descansar sobre los indicios de la fase de instrucción, y no de un juicio oral que les resulta ajeno».

Así, a pesar de apuntar que el resultado de la sentencia no es «extrapolable» a los políticos que están en el extranjero porque no han sido juzgados, Llarena argumenta en la interlocutoria que la sentencia refuerza la «significativa proximidad entre la aportación concreta atribuida al condenado OriolJunquerasy al procesado en rebeldía Carles Puigdemont».

«Puede concluirse, más allá de lo que resulte el día del juicio oral cuando se celebre, que los indicios racionales de criminalidad que se apuntaban a la instrucción y que se reflejan en el auto de procesamiento, no solo persisten, sino que tienen hoy con una sentencia un elemento de refuerzo respecto al pronóstico de responsabilidad de loshuídos», dice la interlocutoria.

En este sentido, se concluye que la sentencia reafirma la conclusión del auto de procesamiento que decía que los procesados «perpetraron una serie de actuaciones que, sin seguridad pero con firmeza, presentan indicios racionales de criminalidad».

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