Repetición electoral para intentar superar el bloqueo en un escenario de fragmentación
El independentismo se pone a prueba en unas elecciones generales después de la sentencia del Supremo
Cuartas elecciones generales en los últimos cuatro años. Siete meses después, los ciudadanos vuelven a votar en el marco de una situación de bloqueo. Las encuestas indican que se mantiene el escenario de fragmentación y que el PSOE, de alguna manera u otra, tendrá que buscar acuerdos para poder gobernar. Todo, con unos sondeos que pronostican un auge de Vox y una bajada de Cs. En Cataluña, el independentismo se pone a prueba en las urnas para calibrar su fuerza después de la sentencia del proceso. Y, por primera vez, la CUP se presenta en unas elecciones generales.
Sánchez se presenta a las elecciones con el objetivo de mejorar sus 123 escaños actuales y con el mensaje que sólo un PSOE más fuerte podrá desbloquear la situación a través de un gobierno en solitario. Y el otro mensaje principal de la campaña de Sánchez es reivindicarse como el único voto útil para evitar la llegada de la ultraderecha al gobierno español. Y es que las encuestas intuyen un aumento del partido de Vox, que en abril entró al Congreso con 24 diputados.
Pero las encuestas recientes no pronostican cambios significativos con respecto al actual reparto de escaños y, en ningún caso, se avistan mayorías absolutas. Así pues, serán necesarios pactos que permitan, aunque sea, la investidura del próximo presidente del gobierno español. El expresidente Mariano Rajoy consiguió ampliar los escaños en la reválida electoral del 2016, después de medio año sin poder formar gobierno. Ahora está para ver si esta vez se repetirá la misma jugada.
Después de los intentos fallidos de acuerdo con los socialistas, el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, sigue insistiendo con un gobierno de coalición formado por UP y PSOE, y alerta de que si su partido no tiene la fuerza suficiente, Sánchez preferirá un pacto con el PP.
Precisamente, el líder de los populares, Pablo Casado, hace un llamamiento a concentrar el voto de los llamados constitucionalistas en el PP y se erige como única alternativa posible a Pedro Sánchez para liderar un gobierno.
Por su parte, Cs afronta el 10-N con las encuestas en contra, ya que le pronostican una fuerte bajada de escaños e, incluso, podría perder la tercera posición y quedar relegado por detrás de Unidas Podemos.
ERC aspira a revalidar la victoria en Cataluña y se presenta a aquetes elecciones con una posición más dura hacia de Sánchez. Hace unos meses la formación de Oriol Junqueras estaba dispuesta a facilitar la investidura del líder del PSOE para evitar un gobierno de derechas con Vox. Pero ahora, en un contexto postsentencia, aseguran que con este Pedro Sánchez no hay nada que hablar.
JxCat se presenta a las elecciones contraponiéndose con los de ERC y asegurando que ellos no regalarán votos «a cambio de nada», asimismo han propuesto un único grupo independentista al Congreso. El partido de Junqueras, en cambio, ha decidido ignorar las reiteradas apelaciones de JxCat y ha evitado entrar en el cuerpo en cuerpo con las otras candidaturas independentistas. En el último día de campaña, Rufián ha descartado la propuesta de un único grupo republicano argumentando que sería «contraproducente».
Y en el bloqueindependentista, está la novedad del estreno de la CUP a unas elecciones generales. Los cupaires dicen que quieren ir al Congreso a «hackear» el régimen del '78 e instan JxCat, ERC y comunes a convertir el 10-N en un «plebiscito contra el Régimen».
Son las primeras elecciones después de la sentencia y, por lo tanto, las primeras en que, a causa de las inhabilitaciones, los políticos presos han tenido que ceder los primeros puestos de las listas de ERC y JxCat. ERC sin embargo, intenta a última hora volver a habilitar Junqueras como cabeza de lista en el 10-N argumentando que el Tribunal Supremo ha suspendido la inhabilitación del líder de ERC. Una de las incógnitas de estas elecciones es como reaccionará el independentismo en las urnas en esta nueva etapa postsentencia.
La campaña de sólo una semana, la más corta de la historia, ha sido marcada por la polémica generada para|por Sánchez al reivindicar su control sobre la Fiscalía para impulsar la extradición del expresidente Carles Puigdemont. Después de un alud de críticas y el malestar de la Fiscalía, Sánchez ha tenido que rectificar sus palabras. Los últimos días de campaña también han sido marcados por la reactivación de las euroórdenes contra los exconsellers Toni Comín, Lluís Puig y Clara Ponsatí y por las filtraciones del sumario del caso de los CDR detenidos, que ha salpicado el presidente de la Generalitat, Quim Torra.