La manifestación se disuelve por las calles de Salt después de un fuerte despliegue policial

La manifestación que bloqueaba la AP-7 en Salt (Gironès) se ha disuelto después de una persecución policial por las calles del municipio, que ha desplegado agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional. Furgones yendo arriba y abajo y cordones policiales que avanzaban por la calle Major (donde se ha montado una barricada) han sorprendido a los vecinos de Salt, algunos de los cuales han reprochado a los Mossos que el operativo era desproporcionado. En la zona de la calle Pep Ventura, la Policía Nacional ha identificado una quincena de manifestantes. Mientras tanto, los operarios trabajan para poder reabrir la autopista. Restablecer la normalidad, sin embargo, llevará horas, porque hay cera y cristales encima del asfalto, hay camiones con las ruedas desinfladas y diferentes barricadas.

El corte de la AP-7 en Salt (Gironès) convocado por el Tsunami Democràtic se ha mantenido catorce horas. Desde ayer a las séis de la tarde hasta hoy hacia las diez de la mañana, cuando los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han actuado para disolverlo. A las ocho el Tsunami ya había desconvocado la movilización, pero los manifestantes –que se han reunido en asamblea a la calzada- han decidido resistir y mantener el corte hasta que pudieran.

Durante la noche, se han montado diferentes barricadas (con vallas, árboles serrados y neumáticos), se han puesto hierros en la calzada, se han esparcido cristales y también se ha derramado cera (con velas que formaban un lazo). El corte de tráfico atrapó centenares de vehículos, entre los cuales había dos autobuses con 83 turistas (a quienes se evacuó al pabellón de Salt).

Esta mañana, ha habido camioneros que se han encontrado con las ruedas de su tráiler deshinchadas. André, que transportaba productos químicos hasta Gualba (Vallès Oriental) explicaba que ayer ya había sufrido el corte de la Jonquera, y que ahora se tendría que esperar hasta que le llegara la asistencia. Más enfadado estaba Popa, un rumano que lleva bobinas de papel. «Llevo ya trece horas parado; la carretera es de todos, y no para hacer manifestaciones», explicaba, mientras otros camioneros intentaban hincharle la rueda.

Respecto a los coches, sus conductores se lo tomaban con más resignación. Algunos han podido ir a dormir en casa –porque vivían cerca-, otros han ido a un hotel y también hay quién ha optado por hacer noche en el vehículo. Este es el caso de Jordi, que se abrigaba con una manta. «Estoy de acuerdo con la causa; suerte que unos compañeros de trabajo me llevaron la manta para poder abrigarme», explicaba.

Piedras y balas defoam

El desalojo del corte en la AP-7 ha empezado hacia las diez de la mañana. Un fuerte despliegue de los Mossos d'Esquadra, que se ha situado a ambos lados, ha ido avanzando entre las barricadas mientras los manifestantes les lanzaban piedras y otros objetos. La policía ha respondido con balas defoam. No ha habido cargas –a pesar de que algún golpe de porra, sí- porque los manifestantes se han ido rápidamente en dirección hacia Salt.

La tensión entonces se ha trasladado hasta las calles del municipio. Los Mossos y la Policía Nacional han desplegado numerososantidisturbios yfurgones, blindando las calles que daban en la zona más próxima a la AP-7. En la calle Major, los manifestantes han montado una barricada con jardineras y un contenedorcruzado, al que han prendido fuego.

Después de una persecución policial por las calles del municipio, los manifestantes se han disuelto. Durante un rato, las líneas deantidisturbiosavanzando por las calles yfurgonesyendo arriba y abajo han sido la imagen que se ha vivido en las calles de Salt. El operativo ha sorprendido los vecinos, y ha habido algunos que se han encarado a los Mossos d'Esquadra y les han reprochado la desproporción de efectivos desplegados en la zona.

En la zona de la calle Pep Ventura, agentes de la Policía Nacional han identificado una quincena de manifestantes. Les han pedido la documentación y, después, les han dejado marchar.

La AP-7, horas cerrada

Mientras tanto, en la AP-7 los operarios trabajan para poder restablecer la normalidad y abrir la autopista en el tráfico. Ya se han dejado marchar los coches que había quedado bloqueados, pero todavía hay camiones. De todos modos, pero, hasta que se reabra, todavía pasará rato. Se tienen que desmontar las barricadas y limpiar la calzada, y los manifestantes también han desmontado yunido vallas a ambos lados de los cuatro carriles.