Le arranca un trozo de labio a su expareja de un mordisco y dice que «no la agredí»

La Audiencia Provincial de La Coruña celebró el pasado martes el juicio contra un hombre acusado de maltrato a su expareja a quién, supuestamente, le arrancó de un mordisco un trozo de labio cuando ya habían roto la relación.

El acusado declaró que «no fue mi intención hacerle daño». «Yo nunca la agredí», afirmó. La Fiscalía pide diez años de prisión por los delitos de malos tratos y lesiones. En concreto, sostiene que el acusado insultaba «a diario» a su pareja y que le arrancó de un mordisco un trozo de labio después de que la mujer rompiera la relación.

No obstante, a preguntas de la Fiscalía, el acusado declaró no tener conocimiento de la «gravedad» de las lesiones provocadas a raíz de un beso que este le habría dado a su expareja. «Si tuviera intención, le hubiera hecho daños mayores», alegó este hombre, que se escudaba en qué fue un accidente.

Los hechos empezaron cuando el hombre inició, a mediados del 2016, una relación con la mujer. Los dos convivieron durante unos dos años en la Coruña, domicilio en el cual se desarrollaron una parte de los incidentes.

«Poco después del inicio de su vida en común, el acusado empezó a hacer gala de su carácter agresivo, celoso y controlador en relación con su pareja y decidió conseguir la sumisión de esta mediante el empleo constante de la violencia verbal y física sobre ella», explicaba ayer Fiscalia.

«Ambiente de temor»

Además, señaló que, de esta manera, «creó en el hogar un ambiente de temor y humillación que provocó el retraimiento de la mujer a la hora de denunciar la situación que estaba viviendo». También le controlaba las llamadas telefónicas. La mujer no interpuso denuncia hasta julio de 2018, después de las agresiones sufridas en un nuevo incidente.

«Yo en ningún momento la agredí», manifestó el acusado, quién aseguró que las discusiones entre la pareja se limitaban a asuntos económicos y niega haberla insultado.

No obstante, la víctima relató cómo era la vida en aquella casa: «En principio era una relación buena, pero después empezó con los maltratos físicos y verbales».

Una situación de la cual, según indicó al tribunal, eran conocedores los hijos que convivían con ellos en la vivienda. Incluso, en alguna ocasión, el hijo de él «llegó a intervenir» en alguna disputa, confesó.