Sucesos
Un niño de 3 años se escapa del colegio y desaparece una hora sin que nadie se dé cuenta
Salió de la escuela por la puerta principal y caminó más de medio kilómetro. Fue localizado por la Policía una hora después, en la avenida de Gaspar García Laviana, de Gijón
Tiene tres años y ayer, en el momento menos pensado por sus profesores, salió del colegio por la puerta principal, que por lo visto estaba abierta, caminó más de medio kilómetro y fue localizado por la Policía una hora después, en la avenida de Gaspar García Laviana, de Gijón. Según informa, El Comercio, el episodio quedó en un gran susto y una denuncia en la consejería, pero podría haber tenido nefastas consecuencias.
Todo pasó a última hora de la mañana al colegio público Montevil. Los padres del pequeño lo dejaron en clase como cada día y pasadas las dos de la tarde, después de una hora ausente del centro y cuando ya lo había encontrado la Policía Local, fueron alertados por teléfono. El pequeño ya se encontraba de nuevo en el colegio, aparentemente tranquilo. Él mismo explicó que había tomado este camino para ir a casa de su abuela. «Lo más indignante es que en el colegio, encima, nos recriminaron que el niño se marchara solo, ninguna disculpa para que tuvieran la puerta abierta y hubiera podido salir sin ningún tipo de problema... Es un niño de tres años», explicó la madre del menor, todavía muy asustada.
Desde la dirección del centro educativo eludieron ayer dar su versión del ocurrido. Por lo visto, la profesora llevaba a los alumnos que tiene a su cargo desde la clase hasta el gimnasio cuando el pequeño salió de la fila y accedió a la calle directamente. La docente se dio cuenta uno cuarto de hora más tarde que le faltaba un niño, momento en el cual avisó a la dirección del colegio. Desde allí, alertaron a las fuerzas de seguridad. Se puso en marcha un amplio operativo de busca en los alrededores.
El menor deambuló sólo durante una hora sin que a nadie le llamara la atención que un niño tan pequeño caminara solo por la calle, sin la compañía de ningún adulto. «Lo salvó el hecho de que sabe esperar que los semáforos se pongan en verde, porque si no lo podría haber atropellado un coche», razona su progenitora, a quien asegura que ayer le negaron en la Comisaría de la Policía Nacional la posibilidad de interponer una denuncia.
Los padres y madres de los compañeros de aula se mostraban «muy preocupados» al conocer que uno de los pequeños no encontró ninguna reticencia para salir del colegio. «No sabemos si llevarlos a clase, no nos quedamos tranquilos sabiendo lo que pasó. No es normal que la puerta esté siempre abierta. La responsabilidad de velar por la seguridad de los niños cuando no están los padres es del profesorado, pero visto lo visto, no nos podemos fiar. Lo que ha pasado es muy grave», apuntan.