Sucesos
Un adolescente rescata 'in extremis' a una niña que estaba siendo secuestrada
El menor ruso alertó a un adulto y juntos persiguieron al agresor hasta conseguir que soltara a la niña
Un joven de 16 años de la región siberiana de Irkutsk (Rusia) se ha convertido en un héroe en su país después de salvar a una niña de 9 años inmediatamente tras ser secuestrada por un violador pederasta en plena calle, según recoge el medio local The Siberian Times.
El adolescente, llamado Vyacheslav Doroshenko, caminaba por la calle cuando escuchó los gritos pidiendo auxilio de la niña. Al girarse, vio a un hombre adulto introduciéndola a la fuerza en un coche y metiéndose detrás. Vyacheslav corrió entonces a alertar al único adulto cercano, Gleb Sizykh, y ambos corrieron hacia el vehículo.
«Vi como el hombre obligaba a la niña a subir a un coche. Rápidamente me di la vuelta y vi a una persona adulta, corrí hacia él y le conté lo que había visto. Inmediatamente después corrimos al coche del secuestrador», relata Vyacheslav en declaraciones a The Siberian Times.
Cuando el secuestrador arrancó su coche y trató de huir del lugar con la niña, ambos se subieron al coche de Gleb y lo persiguieron hasta aun callejón sin salida, donde lograron cerrarle el paso. El hombre, entonces, soltó a la niña y le dijo a Gleb «Lo siento, amigo, pensé que era mi hermanita, debo haberme equivocado».
Por la confusión del momento, Gleb le dejó ir antes de caer en la cuenta de que se trataba de una mentira y avisar a la policía. Gracias a la descripción que aportaron entre Gleb y Vyacheslav, lograron apresarle en menos de una hora. Al parecer, el detenido era conocido por las autoridades: ya había cumplido dos condenas por violación y había sido finalmente puesto en libertad en 2017. Por este caso, se enfrenta a penas de cárcel de entre 5 y 12 años.
El hombre más adelante confesó sus intenciones y participó voluntariamente en la reconstrucción de los hechos.
Gleb y Vyacheslav llevaron a la niña con su familia sana y salva: «La niña estaba muy asustada y no sabíamos como acercarnos a ella, explica Gleb, así que le dieron un móvil para que pudiera llamar a su madre. Tanto ella como su familia recibieron asistencia psicológica después del incidente.
Por su heroica actuación, que evitó daños menores a la menor y permitió la detención del secuestrador, tanto Gleb como Vyacheslav han sido condecorados con la medalla de la ciudad.