Sucesos
Juzgada una mujer para permitir que violaran a su hija de 7 años a cambio de dinero o droga
Según el escrito que la fiscalía ha entregado en la Audiencia de Girona, la mujer sometió a la víctima a «violencia seguida propinando le palizas o rociándole la cabeza con líquido anti-escarabajos
Detenida por pegar a un chico que le había lanzado «piropos ofensivos»
Una mujer se enfrenta a 22 años de prisión para permitir que un hombre violara a la hija de 7 años a cambio de dinero o marihuana. Según recoge el escrito de acusación de la fiscalía, la acusada y la menor convivieron en el 2008 en Roses (Alt Empordà) y la mujer sometió a la víctima a «violencia seguida propinando le palizas o rociándole la cabeza con líquido anti-escarabajos.
La acusación pública relata también que «la vejaba y humillaba» haciéndola comer alimentos de los desperdicios o forzándola a caminar por el paseo marítimo «en ropa interior y botas de tacón». El caso tenía que llegar a juicio en la Audiencia de Girona este jueves pero se ha suspendido porque faltaba un testigo|testimonio.
La fiscalía lo acusa de un delito de maltrato habitual, cuatro delitos de maltrato en el ámbito familiar a persona especialmente vulnerable, un delito continuado de exhibicionismo y provocación sexual, un delito de corrupción de menores y un delito continuado de abusos sexuales a menor de edad en comisión por omisión con agravante de parentesco.
Solicita 22 años de prisión, una multa de 7.200 euros y que indemnice a la menor con 30.000 euros. También quiere que la inhabiliten para ejercer la patria potestad durante 6 años.
Según recoge el escrito de acusación de la fiscalía, la acusada y su hija convivieron en Roses durante el año 2008. Entonces, la niña tenía 7 años. También vivía con ellos el marido de la madre.
La fiscalía sostiene que durante aquel año de convivencia, la madre sometió a la menor a un clima «continuado de violencia», con maltratas, agresiones, vejaciones y humillaciones constantes.
«La sometió a castigos y palizas», expone la acusación pública que, entre los episodios, describe que lo acusaba obligaba la menor a comer del suelo poniéndose en cuatro patas, que la hacía ingerir alimentos de la basura, que la hacía deshilachar en ropa interior y botas de tacón por el paseo marítimo o que dejaba que su marido orinara encima de la niña.
La fiscalía también describe una serie de agresiones físicas. «Le quemaba los brazos con cigarrillos y la golpeaba con palos», indica. Además, al menos en dos ocasiones según la acusación pública, le roció la cabeza con líquido anti-escarabajos utilizando de excusa que la niña tenía piojos. De esta manera, le habría provocado lesiones capilares a la menor.
El escrito de acusación también recoge que la madre obligaba a la niña a observarlos a ella y al marido cuando mantenían relaciones sexuales y que una vez la hizo mirar mientras la acusada le hacía una felación a un desconocido dentro de un vehículo.
En más, también recoge que con el objetivo de conseguir dinero o marihuana, en varias ocasiones «permitió» que un desconocido violara a la niña.
La acusación pública recoge que en octubre del 2010 la niña pasó a estar tutelada por la Junta de Castilla-León y que en julio del 2012 otorgaron la custodia permanente a su familia de acogida. Fue en el 2017 cuando, acompañada de los padres de acogida, interpuso denuncia.
El caso tenía que llegar a juicio este jueves en la Audiencia de Girona pero se ha suspendido porque faltaba un testigo. La sección tercera ha fijado el juicio para febrero.