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Barcelona instala 36 cámaras para controlar la Zona de Bajas Emisiones

Entre el 1 de enero y el 1 de abril, el consistorio enviará «notas pedagógicas» a los infractores

Plano general del centro de control del espacio público de Barcelona.

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El Ayuntamiento de Barcelona ha instalado 36 cámaras de control para garantizar el cumplimiento de la ordenanza que regula la Zona de Bajas Emisiones, en vigor a partir del 1 de enero. La instalación de estas cámaras es la primera fase del despliegue del sistema de control, que contará con 66 cámaras en la ciudad antes del 1 de abril, cuando se inicien las sanciones. Hasta entonces, el consistorio enviará «notas pedagógicas» a las personas que cometan «infracciones reiteradas», según ha explicado la concejala de Movilidad, Rosa Alarcón. En paralelo, el Ayuntamiento de la ciudad está trabajando para que las cámaras de control de la Zona de Bajas Emisiones puedan controlar también la velocidad y otros tipos de infracciones antes de finalizar el mandato.

En concreto, el Ayuntamiento de Barcelona está trabajando para unificar los sistemas de cámaras de la ciudad, de manera que puedan tener varias funcionalidades al mismo tiempo.

De momento, las sanciones en los vehículos que incumplan las ordenanzas no se impondrán hasta el 1 de abril. Hasta entonces, el consistorio emitirá «cartas informativas» con un objetivo «pedagógico» a los infractores reincidentes.

La entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones «es un cambio importante que llevará a una nueva forma de movilidad de la ciudad», ha asegurado a la concejala del Ayuntamiento de Barcelona. «El objetivo no es sancionar, sino que los coches contaminantes no pasen por la ciudad», ha añadido.

Las cámaras incorporan un sistema que hace una lectura automática de las matrículas de cualquier tipología de vehículos y descarta los que no son sancionables. De esta manera, la base de datos almacena sólo la matrícula de los vehículos que incumplen la normativa. Cada cámara tiene capacidad para controlar diferentes carriles de circulación.

El sistema de cámaras de control automático se complementará con las actuaciones puntuales de la Guardia Urbana de Barcelona. «Es una medida ambiciosa destinada a reducir la contaminación para hacer la ciudad la más limpia posible», ha afirmado Alarcón.

Las sanciones se establecerán en 100 euros para infracciones leves, 200 en el caso de infracciones graves y 500 euros para las muy graves. Entre estas, está la circulación de vehículos no autorizados en episodios de contaminación.

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