Judicial
Piden dos años y medio de prisión a Hasél por obstrucción, amenazas y maltrato
La presunta víctima y el rapero explican versiones contradictorias durante el juicio celebrado en el juzgado de lo penal 3 de Lérida
El rapero Pablo Rivadulla, más conocido con el nombre artístico de Pablo Hasél, se ha sentado este miércoles en el banquillo de los acusados en el juzgado de lo penal número 3 de Lérida acusado por la fiscalía de los delitos de obstrucción a la justicia, amenazas y maltrato de obra. Un hombre que declaró como testigo en un juicio por una presunta agresión de un guardia urbano a un menor, en el que el agente fue absuelto, ha explicado que el 18 de octubre del 2017 Hasél lo agredió con una puntada y lo amenazó mientras lo acusaba por «falso testimonio» en el juicio celebrado semanas antes. En cambio, el rapero ha declarado que esta persona lo estaba esperando y que fue el hombre quien se enfrentó y que él lo apartó con la pierna sin llegar a agredirlo. El ministerio fiscal pide para Hasél dos años y medio de prisión y una multa de 8.000 euros por los tres delitos, mientras la defensa del rapero pide la absolución al considerar que no han quedado probados los hechos por los que se lo acusa.
Según el testigo, F. R. S., hacia las cinco de la tarde del 18 de octubre del 2017 se encontraba en la terraza de un bar de la calle Ballester de Lérida esperando que su hija saliera de la escuela cuando Hasél, que estaba paseando un perro, se le acercó y lo agredió dándole una patada, mientras lo acusaba de haber hecho un «falso testimonio» en el juicio a un agente de la Guardia Urbana de Lérida por una presunta agresión a un menor, celebrado semanas antes. El hombre también ha asegurado que Hasél lo amenazó diciéndole «te cogeré y te mataré, hijo de puta».
F. R. S. también ha explicado que fue objeto de una campaña «injusta» a través de las redes sociales en que se le acusaba de haber hecho un «falso testimonio» en el otro juicio en que el guardia urbano fue finalmente absuelto. En el marco de esta campaña apareció en las redes una foto suya, además de mensajes. Asimismo, ha dicho que su furgoneta del trabajo también recibió pintadas, que ha atribuido a la misma campaña contra su persona.
Por su parte, Pablo Hasél ha declarado que el hombre estaba esperando en la terraza, situada cerca de casa del rapero, y que fue este quien se enfrentó para intentar agredirlo. Hasél ha negado haber amenazado y agredido el hombre y ha reconocido que sólo lo apartó con la pierna en legítima defensa cuando este lo quería agredir. «Por mi corpulencia, le podía haber hecho daño y no lo hice», ha señalado el rapero. Asimismo, ha reconocido haber participado, junto con otras personas, en la campaña que pretendía denunciar públicamente al «falso testimonio» de esta persona en el juicio por supuestas agresiones de un agente de la Urbana a un menor cuando colgaba carteles en favor del referéndum del 1-O.
A pesar de las versiones contradictorias de uno y otro, la fiscalía acusa a Hasél de los delitos de obstrucción a la justicia, amenazas y maltrato de obra por los que le pide una pena de dos años y medio de prisión, además de 8.000 euros de multa. Por su parte, la defensa del rapero considera que no han quedado probados los delitos por los que se lo acusa y pide la libre absolución de Hasél.
En caso de que acabe siendo condenado en firme, Hasél tendría que ingresar en prisión ya que la Audiencia Nacional acordó suspender la ejecución de la condena de dos años de prisión que impuso en 2014 al rapero leridano por enaltecimiento del terrorismo por unos vídeos que publicó en internet en que hacía referencia a ETA, Terra Lliure, los Grapo y Al-Qaeda. La AN estableció como condición para dejar en suspenso la condena durante tres años que Hasél no vuelva a cometer algún delito durante este periodo o sea condenado en firme por algún otro delito, ya que entonces ingresaría automáticamente en prisión.
Hay que recordar que la Audiencia Nacional condenó de nuevo en 2018 a Hasél por enaltecimiento del terrorismo a dos años y un día de prisión aunque posteriormente le rebajó la pena a nueve meses y un día y a una multa de 5.400 euros, que si no acaba pagando, tendrá que sumar otro año de prisión. Ahora, está pendiente del recurso que presentó al Supremo en relación con aquella condena. Sin embargo, Hasél tiene otras causas abiertas por las que también podría ser condenado.