Judicial
Tres jóvenes se enfrentan a 12 años de cárcel por dejar en silla de ruedas a un pasajero del Metro
Los acusados y otros amigos dicen que la víctima inició una agresión
La Audiencia de Barcelona ha empezado a juzgar este martes a tres jóvenes que agredieron a un hombre en el Metro en 2016 y lo dejaron prácticamente tetraplégico. Los acusados han dicho que no recuerdan casi nada porque iban drogados y bebidos, pero aseguran que la víctima empezó la agresión hacia uno de ellos y se revolvieron. Tres amigos de los acusados han relatado una versión similar, mientras la víctima ha negado ningún tipo de agresión. La fiscalía pide 12 años de prisión por lesiones con abuso de superioridad.
Los hechos tuvieron lugar a partir de las 5.20 horas del 26 de junio del 2016. La víctima había cogido la Línea 4 del Metro hacia La Pau después de pasar la noche en una discoteca del Born. Los acusados, tres chicos más y las parejas de dos de los acusados, ocho jóvenes en total, entraron a la estación de Bogatell, después de haber pasado horas bebiendo alcohol y fumando hachís en la zona de bares y discotecas de Marina y Poblenou. Los jóvenes entraron a la estación rompiendo cosas y sin pagar. Subieron al vagón y se sentaron al lado y delante de la víctima, que iba con un amigo. Este segundo hombre bajó al cabo de pocas paradas al ver los ánimos de los jóvenes.
Los jóvenes estaban alborotados e iban «tocados», han admitido, y algunos se tiraban un mechero entre ellos. La víctima les avisó de que le podían hacer daño con el objeto y se inició una discusión. Los acusados dicen que el hombre cogió por el cuello a uno de ellos, cosa que la víctima niega. Fue entonces cuando se quiso levantar para bajar a la parada de Besòs Mar y los tres acusados lo impidieron rodeándolo y golpeándolo repetidamente por todo el cuerpo, especialmente en la cabeza y la espalda, mientras la víctima estaba arrodillada en el suelo. Incluso le llegaron a sujetar la cabeza con una mano para asegurar el impacto de la patada en la cara.
Dos exparejas de los acusados y otro amigo, los tres en el mismo vagón, han coincidido en admitir que iban bebidos y drogados, que la víctima cogió por el cuello a uno de los acusados por lo cual lo rodearon haciendo «movimientos», pero sin admitir ninguna agresión.
La víctima pudo bajar a la parada de Besòs y, a duras penas, subir al vestíbulo en ascensor, donde cayó tendido. Allí lo encontró el jefe de estación, que activó los servicios de emergencias. A consecuencia de la agresión, el hombre, cocinero que entonces tenía 46 años, estuvo cuatro meses y medio ingresado en el hospital, donde fue operado de varias lesiones, perdió un 40% de visión de un ojo, tuvo dos fracturas vertebrales que lo obligan a caminar con andador por casa y con silla de ruedas autopropulsada por la calle, y tiene dificultades para mover los brazos y las manos. Eso le supone una discapacidad del 76%, depresión y le impide trabajar. Tiene reconocido el segundo grado de dependencia.
Los acusados siguieron hasta la estación de La Pau, donde bajaron hacia las 6.16 horas. Dos vigilantes de seguridad identificaron a algunos de los jóvenes como los autores de los desperfectos a la estación de Bogatell, pero los acusados se pudieron marchar tranquilamente sin ser interceptados. Semanas más tarde, en agosto, fueron encarcelados preventivamente.
Por todo eso, la fiscalía acusa a los tres jóvenes, que tienen 23 y 24 años, de un delito de lesiones con el agravante de superioridad, y pide 12 años de cárcel y dos años de alejamiento respeto a la víctima. También les pide 871.000 euros de indemnización para la víctima, que subsidiariamente tendrá que pagar la compañía aseguradora del Metro, ya que la fiscalía considera que no disponían de bastantes medidas de seguridad.
Este miércoles se prevé la declaración de los Mossos d'Esquadra que analizaron las imágenes de las cámaras de seguridad para identificar a los autores y los móviles de los sospechosos, donde días después de los hechos lo admitieron en conversaciones entre ellos.