Juicio excúpula Mossos
Pérez de los Cobos: «Si hubiera tenido el mando, hubiera apartado a Trapero»
El coronel de la Guardia Civil acusa al mayor de no colaborar y de «poner palos en las ruedas» en el dispositivo del 1-O
El coronel de la Guardia Civil y coordinador del dispositivo del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, ha negado que tuviera funciones de mando y ha dicho que, si hubiera tenido, su primera decisión que habría tomado habría sido «apartar» al mayor Trapero, a quien ha acusado de «poner palos en las ruedas» a la hora de impedir el referéndum. Durante su declaración como testigo en la Audiencia Nacional y a preguntas del fiscal, Pérez de los Cobos ha asegurado que Trapero no colaboró ni tampoco «pidió ayuda». Además, ha dicho que Trapero, «a cuatro días» de la celebración del referéndum, dijo en una carta que los medios que tenían los Mossos eran suficientes. De los Cobos ha insistido que él sólo tenía tareas de «coordinación» y que el plan de actuación de los Mossos lo decidieron «ellos y sólo ellos».
No tenía funciones de mando. Esta es la versión que el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos ha mantenido durante su declaración como testigo en el juicio contra el excúpula de los Mossos d'Esquadra. A preguntas del fiscal Miguel Ángel Carballo, Pérez de los Cobos ha asegurado que a él se lo nombró «coordinador» pero que si hubiera comandado el operativo, la primera decisión que habría tomado habría sido «apartar» a Trapero, a quien ha acusado de «poner palos en las ruedas» en las actuaciones para impedir el referéndum. «Yo no tenía facultad de mando y no tuve incidencia en el plan de actuación de los Mossos. Ellos y solo ellos decidieron el plan de actuación», ha asegurado.
En este sentido, Pérez de los Cobos ha dicho que nunca dio ninguna orden a nadie, que no tenía capacidad para hacerlo y que la función que «tenía encomendada» estaba centrada en «poner en común, establecer un foro de comunicación, que los tres cuerpos conocieran la situación a la que se enfrentaban, tratar de armonizar las tareas y crear mecanismos de coordinación mutuos». Una tarea, por otro lado, «similar a la que ya hacía de manera ordinaria».
Pérez de los Cobos ha dicho que el hecho que él no fuera uno de los destinatarios de la interlocutoria del TSJC «es una prueba más» de la limitación de funciones que tenía. Como también lo es, ha dicho, que no lo convocaran a la reunión donde se dió. También ha dicho que no tenía ninguna «autoridad disciplinaria» y que lo prueba el hecho que cuando él le dijo a Trapero que el plan de actuación no le parecía bien, el mayor dijo que no permitía que le diera instrucciones. En este sentido, ha detallado que Trapero recriminó a la fiscal superior que el coronel le diera instrucciones y que el fiscal le respondió que quién daba las instrucciones era él.
«Habría impuesto mis criterios»
El coronel de la Guardia Civil también ha dicho en este sentido que si hubiera tenido funciones de dirección no habría permitido que Trapero discutiera delante suyo sobre los criterios de actuación. «Habría impuesto mis criterios. No hubiera permitido la discusión. No habría permitido que asistiera a reuniones de coordinación y tampoco que el día 29 hubiera confeccionado el plan de actuación», ha remarcado. En este sentido, ha afirmado que las pautas eran «antagónicas» a las que aparecían a la instrucción de la Secretaría de Estado del mismo día».
«Ningún afán de colaboración»
Pérez de los Cobos no solo ha acusado a Trapero de poner «palos en las ruedas» a la hora de impedir el 1-O sino que también ha dicho que nunca notó ningún «afán de colaboración» por su parte ni tampoco pidió «ayuda». El coronel ha puesto como ejemplo de esto el hecho que no asistiera a las reuniones de coordinación, a pesar de que el fiscal superior le pidiera en al menos una ocasión. En este sentido, Pérez de los Cobos ha contrapuesto su posición con la del número dos de Trapero, Ferran López. «Tenía una actitud más colaboradora. En el trato y el ambiente no había tanta tensión», ha dicho.
«Dijo que los Mossos tenían los medios suficientes»
El coordinador del dispositivo ha explicado también que durante la primera reunión de coordinación del 25 de septiembre –a la que Trapero acudió-, pidió al mayor de los Mossos que definiera «las necesidades» que su cuerpo podía necesitar, teniendo en cuenta que estaban llegando refuerzos de Guardia Civil y CNP en Cataluña. «Me contestó que las tendría y que, de hecho, ya nos las había dado el conseller Forn», ha dicho. Pérez de los Cobos ha atribuido esta cita a las declaraciones que unos días antes había hecho Forn afirmando que «los Mossos tenían recursos suficientes para afrontar la situación y que no necesitaban refuerzos».
De hecho, ha dicho que Trapero reforzó esta posición a la carta que entregó a la fiscalía superior de Cataluña donde «además de argumentar en contra de mi designación, también incluye un párrafo donde dice que Cataluña no ha pedido ningún tipo de apoyo porque los Mossos tienen los medios suficientes». «Estamos hablando de cuatro días antes del referéndum», ha remarcado.
Pérez de los Cobos ha defendido también que siempre se opuso al plan presentado por los Mossos. Que así lo hizo en la reunión del 23 de septiembre y que no tendría sentido que dos días después, el día 25, lo hubiera «bendecido». «Hay testigos de esto», ha añadido.
Los Mossos no cambiaron el plan inicial para el 1-O a pesar de que el fiscal lo pidió
El teniente coronel de la Guardia Civil Diego Pérez delosCobos, que coordinó el dispositivo policial del 1-O, ha atestiguado este lunes por la mañana a la Audiencia Nacional, durante el juicio al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep LluísTrapero, y a la excúpulade la Consellería de Interior, que él criticó desde el primer día el plan de la policía catalana para impedir el referéndum, y que está convencido que los Mossos no lo cambiaron todo y la orden de la entonces fiscal superior, José María Romero de Tejada. Según él, el plan estaba pensado por un acontecimiento masivo legal y para evitar desórdenes públicos, pero no un referéndum ilegal. Además, cree que lo importante fue la actitud de los agentes, más que el número de policías.
En varias respuestas amplias a preguntas muy genéricas del fiscal, y recordando a menudo los hechos probados de la sentencia del Tribunal Supremo sobre el 1-O, Pérez delosCobos ha criticado la actitud de los Mossos, sobre todo de su mayor, y ha considerado que mantuvieron una actitud «equidistante» entrelasórdenes de jueces y fiscales y las órdenes del Gobierno, que a la vez era el organizador del referéndum que la policía tenía que impedir. «Me parecía peligrosísimo, porque tirar un mensaje de equidistancia a la opinión pública no ayudaba a solucionar el problema», ha argumentado. También ha criticado que los servicios jurídicos de la Generalitat analizaran la supuesta legalidad de la orden de la fiscalía.
En el mismo sentido, le llamó la atención que mientras los mandatos de la fiscalía y del TSJC eran «meridianamente claros» sobre la obligación de la policía de impedir la votación, los Mossos insistieron «en mantener la seguridad ciudadana y el orden público», con «referencias constantes a la seguridad y el orden público», utilizando la mención de la magistrada del TSJC de mantener la convivencia ciudadana. En cambio, en el plan no aparecían referencias tan tajantes al impedimento del referéndum.
Esta sensación se arreció el 28 de septiembre en la reunión extraordinaria de la Junta de Seguridad, en la que, según DelosCobos, todos los representantes de la Generalitat, incluidoTrapero, situaron como «bien superior» a preservar la convivencia ciudadana. Él mismo le recordó al expresidente Carles Puigdemont que el mandato del TSJC era claro y la seguridad ciudadana no podía servir «de excusa» o «pretexto», peroTraperono le apoyó explícito. «El mayor estaba completamente alineado con los argumentos de los convocantes de la actividad ilegal», ha criticado. De hecho, el exconseller Joaquim Forn reiteró, como ya había hecho por carta al ministro del Interior Juan IgnacioZoido, que los Mossos no necesitaban el apoyo de Policía Nacional ni Guardia Civil, yTraperono lo contradijo, ha asegurado DelosCobos.
En aquella reunión de la junta, la parte catalana dijo que la Policía Nacional y la Guardia Civil solo actuarían a requerimiento de los Mossos, pero el mismo DelosCobos recordó que esto era así hasta la instrucción 6 de la fiscalía, pero la instrucción 7introduiala posibilidad que los cuerpos estatales actuaran por «iniciativa propia» en caso de que la orden de la fiscalía no se estuviera cumpliendo. «La subsidiariedad de las fuerzas de seguridad del estado había desaparecido», ha dicho DelosCobos, y ha añadido que la interlocutoria del TSJC no cambiaba los aspectos nucleares de las órdenes anteriores de la fiscalía. El coordinador policial también ha criticado que la reunión pretendiera diseñar los criterios de actuación policial del 1-O, cosa que ha comparado con el hecho que un pirómano diseñara un dispositivo de bomberos para apagar un incendio forestal.
Preguntado sobre si sabía que los Mossos habían advertido el 26 de septiembre en el Gobierno de los riesgos por la seguridad pública si se mantenía el referéndum, DelosCobos ha dicho que lo desconocía, pero ha explicado que el 28 de septiembre por la noche, el comisario Ferran López le explicó la reunión que había tenido la cúpula del cuerpo con la cúpula del Gobierno aquella misma tarde.
DelosCobos, además, está convencido que los Mossos no modificaron el plan, a pesar de que el 23 de septiembre lo había pedido el fiscal superior. Según él, cuando la magistrada MercedesArmasle pidió un informe posterior al 1-O, él pidió la actuación que había tenido cada cuerpo policial, yTraperole adjuntó el plan seguido, que era «igual» que el inicial. De hecho, ha añadido que ni el fiscal superior ni la magistrada le dijeron que los Mossos hubieran ampliado en 800 agentes el dispositivo, tal como dijoTraperodurante el juicio. Sí que le dijo Ferran López, que tenía una actitud «más colaboradora», ha admitido, pero también ha reconocido que hacía tiempo que tenían mucha «desconfianza» en la actuación de los Mossos, sobre todo por la actitud «renuente» deTrapero.
Los reproches de DelosCobos en el plan inicial de los Mossos se basaban en varios aspectos. Un inicial era que se dedicaban al domingo 1-O unos 7.000 agentes, menos que los 10.000 de un día laborable. En la documentación del plan no aparecía en ninguna parte la expresión «impedir el referéndum», y se comparaba el 1-O con las manifestaciones del 11 de Septiembre o el 12 de Octubre, «con gente a favor y en contra, posibles enfrentamientos de grupos aislados de partidarios y detractores; parecía que hablaran de elecciones o partidos de fútbol». Había previstos tres niveles de actuación, y el número de agentes se incrementaba, pero no en los colegios electorales, sino en sedes de partidos, edificios singulares e infraestructuras críticas.
Uno de los aspectos más discutidos del plan de los Mossos era el envío de dos agentes de seguridad ciudadana en cada colegio. Durante el juicio en el Supremo DelosCobos dijo que no sabía que solo irían dos agentes en cada colegio, pero este lunes ha dicho que nunca hablaron de la cuestión porque no entraron en detalles tan concretos de coordinación. Además, ha añadido que los Mossos no les explicitó que estos binomios estarían todo el día a las puertas de los centros de votación, cosa que daba una «imagen de normalidad, legalidad y legitimidad» a la votación. Según él, el dispositivo fue muy similar al del 9-N del 2014 y esto fue «perjudicial» para la actuación de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Pero DelosCobos ha dicho que el principal problema del dispositivo no eran los binomios, que ha recordado que no todos tenían vehículos, sino los criterios de actuación «inapropiados», la insuficiencia de efectivos, una «generación laberíntica e ineficaz de refuerzos» y el hecho de no activar laBrimo. Todo esto, «más perverso todavía», según él, por el hecho de hacer públicos los criterios de actuación a los convocantes y a los participantes en el referéndum, cosa que vulneraba el secreto impuesto por la fiscalía, ha dicho.
Así, Guardia Civil y Policía Nacional planteaban que los Mossos podían tener una actitud de colaboración, de inhibición o de obstruccionismo. Pensaban que actuarían entre la colaboración y la inhibición, pero DelosCobos ha dicho que acabaron actuando con «ninguna colaboración, la pasividad generalizada y algún caso de obstruccionismo». «No pensábamos que llegaran a estos niveles de inacción», ha dicho.
Si los Mossos hubieran «concentrado» actuaciones el 1-O, «la efectividad» habría sido «mayor»
El coronel de la Guardia Civil y coordinador del 1-O, Diego Pérez delosCobos, dice que si los Mossos no hubieran disgregado 4.700 efectivos en 2.300 puntos de votación y hubieran «concentrado actuaciones», «la efectividad» para impedir el referéndum habría estado «mayor». Pérez delosCobos ha dicho también, a preguntas del fiscal, ha dicho que cree también que faltó «voluntad» y que siTraperohubiera dicho al expresidente Puigdemont que «se encontrarían los Mossos delante» posiblemente no habría salido adelante la convocatoria. Pérez delosCobos ha afirmado también que las actuaciones del cuerpo autonómico iban más encaminadas a facilitar la convocatoria que a impedirla y que la mañana del 1-O, Guardia Civil y Policía Nacional decidieron actuar por su cuenta al ver que los Mossos «no hacían nada». También ha negado que hubiera ninguna orden para parar las cargas y lo ha atribuido al aumento de la «resistencia» y la «violencia de los votantes y el esfuerzo «físico» de los agentes.