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Sanidad

Uno de los catalanes en cuarentena: «Que estuviéramos en Wuhan no quiere decir que estemos infectados, estamos muy tranquilos»

Albert Aumatell prefiere no recibir visitas de familiares al hospital Gómez Ulla de Madrid para no exponerlos a un posible contagio

Uno de los catalanes en cuarentena en el hospital Gómez Ulla de Madrid por el brote de coronavirus, el entrenador vicense Albert Aumatell, a la ciudad donde reside, Wuhan.

Uno de los catalanes en cuarentena: «Que estuviéramos en Wuhan no quiere decir que estemos infectados, estamos muy tranquilos»

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Albert Aumatell llegó a Wuhan el julio pasado para hacer de entrenador de porteros en esta ciudad china. El brote de coronavirus ha adelantado|avanzado su vuelta temporal a Cataluña, ya que es uno de los ciudadanos que fueron repatriados este viernes por la noche y que tendrán que estar en cuarentena durante dos semanas en el hospital Gómez Ulla de Madrid. «Que estuviéramos en Wuhan no quiere decir que estemos infectados, estamos muy tranquilos», asegura el vicense en declaraciones al ACN desde su habitación del hospital. Aumatell considera un acto de «responsabilidad» que les tengan aislados, «no sólo paraél sino para evitar infectar a otra gente». De hecho, no quiere recibir visitas de familiares para no exponerlos a posibles contagios, aunque asegura que todos se encuentran bien.
En este hospital militar tienen cerrada una planta para 19 de las personas que evacuaron de China. «Nos toman la temperatura tres veces al día, y si es normal, pues nada más, ir esperando», explica Aumatell. Con él, hay otro catalán, también entrenador de fútbol del equipo Three Towns de Wuhan. «Tenemos una planta donde podemos circular tranquilamente y podemos hacer vida normal, con una sala por si queremos ir a parar la charla», detalla el entrenador.

El ministerio de Sanidad ha confirmado que los ciudadanos repatriados son asintomáticos y que a partir de este sábado podrán empezar a recibir visitas de familiares controladas y con medidas de precaución. Aumatell prefiere comunicarse por videollamada con su familia, y aunque estos vivieran en Madrid y no en Vic, no habría querido exponerlos al riesgo de contagio.

Tratamiento mediático

El vicense cree que desde determinados medios «se ha hecho un grano demasiado». «Yo desde allí lo vivía tranquilo. Ya sé que puedes tener el virus, pero tal como lo venden es bastante espectáculo», apunta sobre el tratamiento mediático. Ya en el aeropuerto de Wuhan, los cogieron|tomaron la temperatura dos veces, un procedimiento que repitieron antes de bajar del avión a la base aérea de Torrejón sobre las seis y media de la tarde de este viernes. «Nos llevaroncon un microbús todos allí escoltados por no sé cuántos coches y policía, con el tráfico cortado, y llegamos sobre las ocho y media al hospital militar», relata.

Él y otros ciudadanos españoles fueron quien se pusieron en contacto con la embajada española en China ya que llevaban confinados días a casa y querían una respuesta. En el caso de Aumatell, siguió las recomendaciones y estuvo desde el 23 al 29 de enero cerrado en casa. Sólo recibió la visita de dos repartidores de comida a domicilio. «No estábamos preocupados por si alguien lo hubiera cogido, pero queríamos volver porque había para días. No he sido nervioso en ningún momento», asevera el vicense.

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