Educación
El fracaso escolar entre los jóvenes de origen marroquí duplica el de los alumnos autóctonos
Dos de cada tres estudiantes marroquíes abandonan el sistema después de la enseñanza obligatoria
Por género, la media de estudiantes pasa de estar equilibrada en niveles infantiles y obligatorios a estar más desequilibrada a bachillerato y a formación profesional.
En concreto, de entre el alumnado marroquí al bachillerato, un 62,38% son mujeres y un 37,62% son hombres. Por el contrario, en FP los hombres (52,26%) superan ligeramente a las mujeres (47,7%).
El presidente de la Fundación Ibn Battuta, Mohammed Chaib, ha destacado que el futuro de estos jóvenes está en manos del mundo educativo pero también de las entidades y la sociedad. «Todo el mundo tiene mucho a decir, son jóvenes de aquí, catalanes,» ha remarcado.
«Me parece muy importante pensar que la mentalidad de los marroquíes también ha cambiado», ha dicho sobre el hecho de que haya más chicas que continúen los estudios postobligatorios.
Causas que influyen en el éxito escolar
El sociólogo Adrián Becerra, que ha dirigido el informe hecho por la consultora Sibilare, ha señalado que hay varios factores que contribuyen al éxito o el fracaso de los jóvenes. Utilizar el catalán en el día a día (más allá de la escuela), tener una buena orientación académica o entorno familiar, disponer de un espacio digno en casa donde estudiar o tener un acceso fácil a Internet son algunas variables que conducen al éxito.
En esta línea, Chaib ha indicado que la familia es «importantísima» y tiene que entender «las prioridades» de sus hijos y el valor que aportan los estudios y también ha remarcado cómo es de básico tener un espacio para estudiar.
«A más vivienda digna, más éxito escolar, eso lo tengo claro», ha dicho recordando que en su casa eran ocho hermanos y que no todo el mundo tiene una cosa tan «obvia» como una mesa y una silla.«Són muchos factores, no hay un factor único», ha añadido.
El modelo de refuerzo escolar
Por todo ello, ha hecho un llamamiento a la sociedad catalana, las familias y la administración para que se haga un esfuerzo por incorporar a los jóvenes. Como ejemplo, ha sugerido ampliar a más municipios catalanes un programa que la fundación tiene en marcha desde hace un tiempo a dos institutos de Aitona y Seròs.
Básicamente consiste en un modelo en que alumnos de origen marroquí de bachillerato o de la universidad son las que hacen las clases y el apoyo escolar al resto de alumnos. «Las ven como un referente, como personas que conocen», ha explicado Chaib.
«No es que las familias marroquíes no quieren que sus hijos estudian, pero tienen que tener un apoyo para salir adelante cuando los hijos tienen dificultades», ha concluido.