Judicial
El bebé asesinado por su madre estaba vivo antes de recibir las 12 puñaladas mortales
Expertos han señalado que por las características de las heridas podría haber utilizado unas tijeras
Especialistas en patología forense han expuesto en el juicio contra la joven que mató en febrero de 2018 a su recién nacida en Alcalá de Henares que el bebé estaba vivo antes de sufrir diversas puñaladas con unas tijeras que le provocaron 12 heridas, varias penetrantes en órganos vitales como el corazón.
El juicio contra Sonia. B. A. concluirá este miércoles con los informes finales en los que se prevé que la fiscal rebaje la pena previsiblemente al aplicarle una eximente incompleta, una atenuante muy cualificada solicitada por su defensa con motivo del trastorno mental que sufrió su clienta en el momento de los hechos.
En sintonía con tras periciales, varios psicólogos han ratificado que sufre una depresión grave compatible con un trastorno con características psicóticas y amnesia disociativa. Según su relato, la mujer les habría manifestado que sufrió una violación, un extremo que atribuyen a los delirios que sufre.
La pasada semana, una forense explicó que pudo sufrir un trastorno de negación del embarazo, entre cuyas consecuencia se puede dar el neonaticidio en las primeras 24 horas.
Los forenses han recomendado que la joven interne en un centro psiquiátrico penitenciario para seguir con un tratamiento psicoterapéutico adecuado a su patología mental.
En la práctica de la prueba pericial también han comparecido dos especialistas en patología forense que estudiaron el tipo de heridas que presentaba el feto, así como el objeto que las causó. En su exposición, han explicado que observaron 12 heridas de entre 12 y 15 centímetros, varias de ellas penetrantes en órganos vitales como el corazón y el pulmón.
Las expertas han señalado que por las características de las heridas, muchas en paralelo, hacen pensar que se pudo usar unas tijeras cerradas o abiertas, así como un objeto cortante con hoja de 18 centímetros.
Asimismo, una especialista en patología forense ha determinado que el feto estaba vivo antes de las puñaladas por las características vitales que presentaba tanto el corazón como el pulmón.