Ryanair ha anunciado que cancela el 25% de los vuelos (uno de cada cuatro) con salida o destino Italia entre el martes 17 de marzo y el miércoles 8 de abril por el impacto del coronavirus y la gran caída de la demanda. La compañía aérea irlandesa ya ha informado este lunes a todos los pasajeros afectados a través del correo electrónico. Precisamente, Ryanair detalla que durante la semana pasada ha visto cómo se ha producido una «caída significativa» de las reservas de vuelo hacia Italia durante el periodo comprendido entre finales de marzo y principios de abril. En paralelo, la compañía también ha notado un «gran incremento» de pasajeros en el país transalpino con billetes que han optado por no volar y no presentarse en los aeropuertos.
Ryanair no espera que estas cancelaciones tengan un «impacto significativo» en los beneficios del próximo año fiscal (que se cierra a finales de este marzo), pero no quiere especular sobre las repercusiones que puede tener la crisis del Covid-19 sobre los resultados del año 2021. «Todavía es demasiado pronto», afirma la compañía irlandesa en un comunicado. «Nuestro objetivo en estos momentos es minimizar cualquier riesgo para nuestra plantilla y nuestros pasajeros», ha afirmado al director ejecutivo de Ryanair, Michael O'Leary. «Si bien hemos tenido muchas reservas para las dos primeras semanas de marzo, ha habido una caída notable de las reservas a partir de finales de marzo y comienzos de abril», ha reconocido O'Leary.
«Por eso, hemos decidido reducir nuestro calendario hacia y desde aquellos aeropuertos donde los viajes se han visto más afectados por el brote de coronavirus», ha puntualizado el director ejecutivo de Ryanair, que asegura que desde el 24 de febrero ha puesto en marcha a un comité de seguimiento para «monitorar» la evolución de la epidemia. De hecho, la compañía ya ha puesto varias medidas sobre la mesa para aliviar el posible descenso del negocio y garantizar las operaciones como asignar vacaciones anuales y/o permisos sin sueldo a los pilotos y la tripulación de cabina, la congelación de salarios o trabajar con proveedores terceros para reducir costes.