Mueren seis presos en medio de revueltas en las prisiones italianas por el coronavirus

Seis presos de la prisión de la ciudad italiana de Módena han muerto en medio de una revuelta surgida como protesta por las restricciones por la crisis del coronavirus, y que ha llegado a otras prisiones del país, confirmaron este lunes a Efe fuentes gubernamentales.

El motín en Módena empezó contra las restricciones en el régimen de visitas impuestas por el Gobierno italiano para intentar contener la propagación del coronavirus, que ya suman a Italia 366 muertos|muertes y 6.387 contagiados, sobre todo en el norte del país. Fuentes del Ministerio de Justicia confirmaron las tres muertes en Módena pero avisaron de que pueden que no estén vinculadas directamente a la revuelta. Los muertos porel motín en Módena ascienden a seis, según 'Corriere della Sera'.

En dos casos no se han encontrado en los cadáveres señales de lesiones físicas, por lo cual se teme que hayan muerto por|para el abuso de sustancias estupefacientes, y en el tercero el cuerpo fue encontrado amoratado pero todavía no se conoce la causa de la defunción. En el decreto el Ejecutivo«“recomienda limitar los permisos de libertad vigilada o modificar las disposiciones para evitar la entrada o salida de las prisiones».

La protesta arrancó en la tarde del domingo por la prohibición de visitas a los parientes, según las mismas fuentes, y causó graves daños en el edificio, por lo cual este lunes se ha trasladado a los reos en otras instalaciones. La delegación del Gobierno en Módena, en Emilia-Romaña, organizará esta mañana un comité para obtener información sobre el sucedido y aclarar la muerte de los presos. El encuentro tendrá lugar por videoconferencia para evitar contagios.

Los motines se han sucedido a las prisiones italianas, una de las más importantes la de Pavia, sofocada el domingo por la noche, donde los presos del centro de Torre del Gallo tomaron dos policías como rehenes y liberaron diversos convictos. Las protestas también se han producido en las penitenciarías de Nápoles, Salerno, Frosinone, Foggia y Bari, al sur, y también en las de Alessandria i Vercelli, ambas ciudades en las nuevas zonas aisladas por el Ejecutivo, en la región del norte de Piamonte.

Para el secretario general del Sindicato Autónomo de la Policía Penitenciaria (SEPPE), Donato Capece, se trata de «intentos para instrumentalizar las decisiones del Gobierno» para «destruir celdas y prisiones enteras».

En la prisión napolitana de Poggioreale unos mil encarcelados se amotinaron y causaron destrozos hasta inhabilitar por completo el ala derecha del edificio, animados desde fuera por sus parientes, denuncia la Organización Sindical Autónoma OSAPP en un comunicado.

Los desperfectos suman «centenares de miles de euros» y la revuelta fue sofocada gracias a la intervención de centenares de agentes llegados incluso de otros lugares, explica el secretario del OSAPP, Leo Beneducci.