Francia cierra todos los lugares abiertos al público «no indispensables»
El país ha pasado a la fase 3 (de 3), ante la aceleración de la difusión de la epidemia
Un bebé de cinco meses de Murcia, infectado por coronavirus en un viaje a Madrid
El primer ministro francés, Édouard Philippe, ordenó este sábado el cierre a partir de la medianoche de todos los establecimientos abiertos al público «no indispensables» ante una aceleración de la difusión del COVID-19 en las últimas horas que atribuyó al hecho de que no se respetan las consignas oficiales.
El jefe del Gobierno aseguró que «las primeras medidas adoptadas para limitar las reuniones han sido imperfectamente aplicadas», lo cual ha llevado a «una aceleración de la difusión del virus y, en ciertos territorios, a un aumento del número de personas en reanimación».
En paralelo, el director general de Sanidad, Jérôme Salomon, indicó que el país ha pasado a la fase 3 (de 3), ante la aceleración de la difusión de la epidemia lo que supone que el virus circula ya en todo el territorio.
A partir de mañana sólo podrán abrir al país tiendas de alimentación, farmacias, gasolineras, bancos y estancos y quioscos de prensa, indicó el primer ministro en una comparecencia ante los periodistas, en la cual anunció el cierre de bares, restaurantes, discotecas, cines y otros comercios no indispensables.
Señaló que también se mantienen abiertos los transportes públicos aunque disminuirá su frecuencia, al mismo tiempo que hizo un llamamiento a los ciudadanos a limitar los desplazamientos, sobre todo los interurbanos.
Al mismo tiempo, Philippe aseguró que se mantienen las elecciones municipales que mañana vivirán la primera vuelta, porque los expertos científicos no les han aconsejado suspenderlas.
«Nos han confirmado que se pueden desarrollar respetando estrictamente las consignas de distanciamiento y priorización de las personas mayores y frágiles», indicó el jefe del Gobierno, convencido de que los franceses mostrarán «calma y civismo».
En las últimas 72 horas, Francia duplicó el número de afectados, que son ahora 4.500, según las cifras oficiales, que revelan también 91 muertos, doce más que la víspera, y 300 pacientes en estado grave.
Philippe indicó que después del discurso en la nación del pasado jueves del presidente, Emmanuel Macron, los ciudadanos no han adoptado las recomendaciones de frenar su vida social, la única solución que los científicos consideran eficaz para frenar los contagios.
Por eso, el Gobierno ha tomado la decisión de todo establecimiento no indispensable para forzar al cumplimiento de estas consignas. «Tenemos que mostrar todos juntos una mayor disciplina», indicó al jefe del Gobierno