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Sucesos

Condenado a 11 años y 4 meses de prisión el acusado de intentar matar a su mujer en un hotel de Vigo

La sección cuarta del Audiencia Provincial de Pontevedra ha condenado a 11 años y cuatro meses de prisión a Carles I.P

Imagen de archivo de un agente de la Guardia Civil

Condenado a 11 años y 4 meses de prisión el acusado de intentar matar a su mujer en un hotel de Vigo

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Lo han condenado a 11 años y cuatro meses de prisión a Carles I.P., como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, después de intentar matar a su mujer en un hotel de la ciudad de Vigo.

El procesamiento ya había sido juzgado y condenado por estos hechos anteriormente (la pena impuesta había estado también de 11 años y 4 meses de prisión), pero el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló la sentencia para cuestionar el cumplimiento del principio de imparcialidad del tribunal y ordenó la repetición de la vista oral con otros magistrados.

Después del segundo juicio, la Audiencia ha decidido de nuevo condenarlo por unos hechos que ocurrieron el 2 de mayo de 2016, en un céntrico hotel de la ciudad olívica. El tribunal ha considerado probado que Carles I.P. atacó a su mujer en la habitación del hotel, cuando ella estaba «desprevenida», «por sorpresa y por detrás», golpeándole lo cabe con una maza. En un momento dado, los dos cayeron al suelo y, aunque ella intentó zafarse de su marido, el acusado siguió agrediéndola, golpeando el suyo ninguno contra el suelo, hasta que ella consiguió escapar y pedir ayuda.

INTENCIÓN DE MATAR

En su sentencia, la Audiencia señala que el acusado actuó para poner fin a la vida de la víctima: «Su intención era matarla, no simplemente causarle lesiones». A este respeto, el tribunal apunta que Carles I.P. utilizó un instrumento «capaz de causarle la muerte» a su mujer, ya que tenía «un peso importante», y dirigió su ataque, que fue «reiterado», a una zona vital del cuerpo, como es la cabeza.

Asimismo, se considera probado que se trata de un caso de «alevosía repentina», ya que la víctima no podía defenderse por la relación de confianza que tenía con el acusado y las circunstancias en las cuales se produjo el ataque: cuando ella estaba tirándose crema, de espalda a su marido. El tribunal también tuvo en cuenta la circunstancia agravante de parentesco. A consecuencia de los golpes, la víctima sufrió un traumatismo craneoencefálico y otras lesiones, que le dejaron varias cicatrices, así como un cuadro de estrés post-traumático.

Además de los 11 años y 4 meses de prisión, la Audiencia también ha impuesto a Carles I.P. la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante 18 años, y tendrá que indemnizarla en 22.000 euros, además de pagar al Sergas los gastos de atención de la mujer (779,30 euros).

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