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Sanidad

Luchar contra un cáncer en la crisis del coronavirus: incertidumbre añadida a la preocupación por la propia enfermedad

El jefe de Oncología de Vall d'Hebron da un mensaje de tranquilidad a los pacientes: «Estamos aquí para lo que haga falta»

El jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Vall d'Hebron y director del VHIO, el doctor Josep Tabernero

Luchar contra un cáncer en la crisis del coronavirus: incertidumbre añadida a la preocupación por la propia enfermedadACN

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Las personas que sufren un cáncer se encuentran estos días con una situación de incertidumbre añadida a la preocupación por la propia enfermedad. El riesgo de contagiarse en la pandemia de coronavirus o los desplazamientos al hospital para recibir tratamiento en un momento de mucha presión asistencial por el covid-19 y además, con el acompañamiento de los familiares limitado, son algunas de las situaciones sobrevenidas para estas personas. En una entrevista con el ACN, el jefedel Servicio de Oncología Médica de Vall d'Hebron, el doctor Josep Tabernero, quiere dar un mensaje de tranquilidad: «Estamos aquí para lo que haga falta, para darles el mejor tratamiento, para tomar decisiones con ellos. Les queremos proteger y cuidar bien».

Blanca Medir tiene leucemia y actualmente está haciendo las pruebas del proceso para el trasplante, que se podría retrasar por la pandemia de coronavirus. Los trasplantes de médula comportan un riesgo de desarrollar infecciones durante algunas semanas y por eso los especialistas valoran si es oportuno demorar la intervención hasta que los casos de coronavirus se reduzcan y no haya tanta posibilidad de contagio.

Le diagnosticaron la enfermedad hace dos años y, después de una recaída, la leucemia se encuentra ahora en fase de remisión. «Los médicos dicen que vivimos al día. Es una situación nueva, también para ellos. Y yo a veces pienso que no sé si la enfermedad podrá esperar más el trasplante», dice Blanca en una conversación telefónica con el ACN por la situación de confinamiento general. A pesar de la incertidumbre, Blanca no se deja arrastrar por esta sensación: «Lo que me ha enseñado la propia enfermedad es vivir al día. Intento no pensar qué puede pasar».

«Los pacientes están preocupados por como les puede afectar a la situación de la pandemia de covid-19 a la evolución de la propia enfermedad», reconoce el doctor Tabernero por teléfono desde su despacho de Vall d'Hebron. El jefe del Servicio de Oncología Médica recalca que todos los profesionales -oncólogos, enfermeros, farmacéuticos, rehabilitadores, psicooncólogos, entre otros- «están ofreciendo el mejor para dar apoyo a los pacientes y para que se sientan bien cuidados».

No todas las personas con cáncer pueden tener un riesgo superior ante un eventual contagio de coronavirus ya que no todas están inmunodeprimidas, indica al doctor Tabernero. Hay muchos tipos de cáncer, momentos de la enfermedad y afectaciones. Sí que tratamientos como las quimioterapias o inmunoterapias pueden tener un riesgo superior de inmunosupresión.

Por eso, los especialistas subrayan la importancia de las medidas establecidas para toda la población, como el confinamiento en casa excepto en aquellas situaciones en que sea absolutamente imprescindible salir; evitar los contactos o lavarse con frecuencia las manos, entre otros.

«Las personas que sufren un cáncer y sus familiares tienen muchas dudas sobre cómo actuar en estos momentos. Están bastante angustiados y sufren por las decisiones que tienen que tomar. Lo que les decimos es que escuchen el criterio del oncólogo», subraya Mireia Golobardes, psicooncóloga de la Asociación Española Contra El Cáncer (AECC) de Barcelona.

Ante el llamamiento al confinamiento de la población, el AECC de Barcelona ha cerrado la sede pero mantiene el acompañamiento a los pacientes y familiares a través de atención telefónica o videoconferencias. A pesar de este cambio de formato, los psicooncólogos constatan que la mayoría de los usuarios mantienen las consultas. Son personas que ya estaban preocupadas de antes por mla enfermedad oncológica, que normalmente comporta una desazón por el futuro, por como evolucionará. Si añadimos la situación actual por mel coronavirus, la angustia previa se puede acelerar», señala. Algunos consejos que Golobardes da alos pacientes y familiares, y que son aplicables a todo el mundo, es «dosificar» la información que se recibe sobre el coronavirus y, ante la nueva situación del confinamiento, establecer unas rutinas.

El servicio oncológico continúa con algunos cambios para reducir riesgos

El Departamento de Salud dio una instrucción la semana pasada para que los hospitales aplazaran las pruebas y operaciones no urgentes para poder dar respuesta a los casos graves de covid-19 y seguir atendiendo las urgencias y tratamientos esenciales, como sueño los oncológicos. «Estamos ofreciendo el servicio al 100%», destaca al doctor Tabernero.

Eso sí, la crisis del coronavirus ha llevado a los servicios de oncología a introducir algunos cambios como potenciar las visitas telemáticas. Así, algunas consultas para comunicar resultados de controles se están haciendo por teléfono para reducir los desplazamientos a los hospitales. En caso, sin embargo, que las pruebas necesiten explicaciones más complejas o pueda haber alguna dificultad de comprensión, las visitas se mantienen presenciales.

Otro cambio que puede comportar la crisis del coronavirus es la demora de determinados tratamientos siempre y cuando haya margen, explica al doctor Tabernero. «Los profesionales toman la mejor decisión al valorar el riesgo y el beneficio de los tratamientos», señala lo que también es jefe del Foso de Hebrón Instituto de Oncología y uno de los profesionales de más prestigio internacional en este ámbito.

Por ejemplo, si un paciente tiene que recibir un tratamiento inmunosupresor, los especialistas valoran retrasarlo algunas semanas a la espera que se reduzca la carga viral del coronavirus en el entorno. No es una situación exactamente nueva, ya que decisiones así también se han sopesado, por ejemplo, en inviernos de frío severo o de nevadas que pueden comportar más riesgo de infecciones. En todo caso, deja claro el doctor Tabernero, son decisiones individualizadas después de valorar las ventajas y los inconvenientes y de hablarlo con los pacientes.

Hospitales vacíos de familiares pero llenos de compromiso

Los hospitales han limitado el acompañamiento de los familiares porque una de las máximas preocupaciones es que los centros no sean zonas de riesgo de contagio de coronavirus y eso ha comportado un vuelco en la imagen habitual de los pasillos o las salas de espera. «Me ha sorprendido ver el Hospital Clínico tan vacío; el hospital de día y la zona de la Fundación Josep Carreras», explica Blanca, que acude unas tres veces a la semana en el centro barcelonés para recibir las plaquetas, las transfusiones de sangre, los cuidados y hacer analíticas.

«Las personas que sufren un cáncer, además de coraje, tienen una gran sensibilidad para comprender la situación que estamos viviendo con la pandemia de coronavirus y entienden perfectamente que no los puedan acompañar a los familiares, o como máximo uno si es muy necesario. Es admirable la colaboración tanto de los pacientes como de los familiares», señala el doctor Tabernero.

«Algunos familiares se muestran bastante nerviosos porque son las personas que salen a comprar comida o a la farmacia y tienen miedo de contagiarlos. Lo que les decimos es que extremen las medidas de protección general pero que intenten no alterarse más de la cuenta al pensar que se privan a punto de contagiar si todavía no ha pasado; que en la medida del posible no anticipen estas situaciones», dice la psicooncóloga del AECC.

En el caso de la Blanca, laacompaña la hermana pero no baja del coche. El hospital les ha facilitado un certificado en caso de que la policía las parara para ir a dos personas dentro del mismo vehículo. «Es mejor que los familiares no se expongan, porque, además, son nuestros cuidadores. La madre es mi principal cuidadora y ella es una persona mayor y, por lo tanto, dentro del colectivo de riesgo delante del coronavirus», señala a Blanca.

«Las enfermeras hacen todo el posible para protegernos. Antes iba yo a la farmacia de dispensación ambulatoria del hospital y ahora son ellas quien|quién me tienen los medicamentos preparados», destaca Blanca, que agradece el «esfuerzosobrehumano» de los profesionales del Hospital Clínico sobre todo en esta situación, así como a la Fundación Josep Carreras. Y no se olvida del compromiso de los suyos cuatro donantes de plaquetas, que no conoce, pero que nombra, con afecto, sus 'pretendientes': «Son mis héroes particulares. Ellos siguen desplazándose a los centros sanitarios para que yo pueda recibir las plaquetas».

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