Diari Més

Ciclistas, corredores y campistas: los Agentes Rurales imponen 145 denuncias para romper el confinamiento

El cuerpo activa el helicóptero este fin de semana para controlar los principales espacios naturales del país

Los Agentes Rurales denunciante un individuo que ha plantado una tienda en un paraje natural durante el estado de alarma

Ciclistas, corredores y campistas: los Agentes Rurales imponen 145 denuncias para romper el confinamientoACN

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A pesar del estado de alarma decretado por la crisis del coronavirus hay ciudadanos que no respetan el orden de confinamiento y salen a hacer deporte o a pasar el día a la naturaleza. En las dos últimas semanas el Cuerpo de Agentes Rurales ha impuesto 145 denuncias por este motivo. Uno de los casos más flagrantes es el de un grupo de personas pilladas en el pantano de Foix cuando estaban acampando, se bañaban y hacían fuego en el bosque. La tendencia, sin embargo, va a la baja y se constata que el mensaje va calando. A pesar de todo, preocupa la afluencia a los espacios naturales más próximos a las grandes ciudades. Por eso, y por primera vez durante el estado de alarma, este fin de semana los Agentes Rurales recurrirán|recorrerán al helicóptero para pillar a los posibles infractores a vista de pájaro.

Con el decreto del estado de alarma se han prohibido las actividades de ocio en el medio natural. No se permiten los paseos, el senderismo -tampoco con mascotas-, la escalada, el parapente, el kayak, la fotografía, la caza y la pesca continental, ni los encuentros, encuentros y fuegos de recreo. Sólo se pueden hacer desplazamientos para ir al puesto de trabajo -en fincas agrícolas, instalaciones ganaderas, explotaciones forestales y núcleos zoológicos-, y quema de restos vegetales agrícolas debidamente autorizados.

El 15 de marzo los Agentes Rurales cerraron los accesos y aparcamientos a todos los espacios naturales protegidos, así como senderos e itinerarios con alta afluencia de personas. También clausuraron más de un centenar de zonas de esparcimiento y barbacoas en los espacios de interés natural. Desde entonces los agentes patrullan por todo el territorio para velar por el cumplimiento de la medida, especialmente en las zonas que suelen ser más concurridas.

El objetivo: minimizar el riesgo de contagio y los accidentes

Hasta el viernes, el cuerpo acumulaba 1.035 inspecciones y 400 contactos con ciudadanos que se encontraban en el medio natural, los cuales se habían traducido en 145 denuncias por actividades no permitidas. Una de las situaciones más habituales que detectan los agentes son personas que salen a hacer deporte en solitario -principalmente con la bicicleta de montaña o a correr- y que dicen no entender el porqué de las restricciones.

En una entrevista con el ACN, el inspector en ninguno del Área General del Cuerpo de Agentes Rurales, Antoni Mur, insiste en que no sólo se tiene que respetar el confinamiento por el peligro de contagio de la covid-19, sino también para evitar posibles accidentes en el medio natural. «Eso podría requerir la participación de equipos de emergencia o asistencia hospitalaria cuando, ahora, todos aquets equipos se tienen que centrar al cubrir las necesidades de los afectados por el coronavirus», detalla.

Los últimos días los agentes han localizado personas que pernoctaban en una autocaravana, escaladores en la Cueva Grande de Santa Linya (La Noguera), pescadores en Riba-roja d'Ebre (Ribera de Ebro) o un grupo de personas que había ido al pantano de Foix de acampada, y que se bañaban y habían encendido fuego. «Nos hemos encontrado gente que sencillamente se va a pasar el día al campo como si no pasara nada, y sobre todo de actividades relacionadas con el deporte o picnics que no están permitidas ni es normal que se hagan», subraya a Mur.

Controles terrestres y desde el aire

A pesar de todo, el Cuerpo de Agentes Rurales asegura que la tendencia va a la baja y que el mensaje está «calando» entre los ciudadanos. Mur agradece el hecho de que «la inmensa mayoría de la ciudadanía está cumpliendo las instrucciones de confinamiento» e insiste en que hay que mantener esta actitud porque que, sino, «se corre el riesgo de sobrecargar todavía más los servicios sanitarios y de emergencia por|para actividades que son absolutamente prescindibles».

A las unidades del suelo este fin de semana se añadirá -por primera vez durante el confinamiento- el apoyo del helicóptero, que permitirá hacer una vigilancia aérea y «asegurar al máximo el cumplimiento de las restricciones». Los controles se intensificarán en torno a la sierra de Collserola, la cordillera de Marina, el Montseny, el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y el Sombrío, y el entorno del macizo de Montserrat, entre otros. También en torno a grandes ciudades como Gerona, Tarragona y Reus, apuntan a los Agentes Rurales.

Mientras tanto, el cuerpo mantiene los acompañamientos de vecinos de la Conca d'Òdena, tanto dentro como a fuera de la zona confinada, para que puedan alimentar el ganado. Desde el 14 de marzo los agentes han hecho más de 200 servicios de este tipo, a razón de una media de 20 al día. El protocolo es muy estricto. Los Agentes Rurales y la persona confinada se encuentran en uno de los puestos de control y, mientras dura el acompañamiento, tienen prohibido interactuar. Estos días los 500 efectivos del cuerpo extreman las precauciones.

Proliferación de jabalíes

La reducción drástica de la actividad humana ha propiciado que la fauna salvaje se acerque más a las zonas habitadas. Es el caso de los jabalíes, que se muestran cada vez más confiados. Según Mur, que entren en los núcleos de población es «relativamente habitual», pero los casos se han hecho más frecuentes los últimos días. En caso de riesgo, los Agentes Rurales recomiendan llamar al 112 para que puedan encargarse de echarlos hacia su hábitat natural.

De rebote, el paro de las actividades de caza podría comportar un repunte de población de los jabalíes. La proliferación de estos animales hace años que ha ocurrido un problema, sobre todo porque a menudo se ven implicados en accidentes de tráfico y ocasionan daños en la agricultura. «Cuando acabe esta situación, una de las cosas que valorar será qué estrategia adoptamos para tratar de reducir el incremento que se haya producido», expone Mur.

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