Localizan el cadáver de un familiar víctima de COVID-19 seis días después

La familia de Manuel Pérez, muerto lunes pasado por coronavirus a los 75 años, ha pasado seis días sin conocer el paradero de su cadáver, que han localizado este sábado en la morgue provisional del Palau de Gel después de que el caso apareciera en los medios de comunicación.

El hijo del finado, Luis Pérez, y su mujer, Nuria Blanco, han anunciado esta tarde a través de Facebook que habían «encontrado» a Manuel, mientras que fuentes de la compañía con la cual tenían contratado su seguro de deceso, Santalucía, han confirmado a Efe que se ha informado la familia de que el muerto está en el Palau de Gel.

El caso de Manuel, que murió el lunes en el hospital de La Paz, ha salido a la luz a raíz de la publicación de un reportaje en 'El Mundo', en el cual Luis aseguraba que en la aseguradora «se le había perdido el cuerpo» de su padre.

A lo largo de la semana, Luis y su esposa se dirigieron en repetidas ocasiones en la aseguradora sin obtener detalles del paradero del cadáver de Manuel.

El jueves pasado, Nuria escribía en su muro de Facebook: «No nos dan datos de donde está nuestro familiar muerto hace 4 días, lo pongo público en redes sociales y la respuesta es la misma desde hace días: 'lo ponemos en conocimiento del tramitador'».

Y, ayer, agregaba este mensaje dedicado a su suegro: «Día 5 y sin saber dónde está tu cuerpo. Sin poder darte un despido digno, desde donde esté quiero decirte que hay mucha gente ayudando a encontrarte para acabar con esta maldita pesadilla, con que parece salida de un guion de una película de terror. Sólo quiero que descanses en paz por eso la obstinación en encontrarte para cerrar etapa».

Este sábado, horas después de la publicación del reportaje en 'El Mundo', Luis ha anunciado el hallazgo de su padre difunto, y Nuria ha afirmado que quizás se les permite «acompañarlo a la cremación, con medidas.»

Santalucía ha señalado a Efe que dentro de «la complejidad derivada del volumen de defunciones en diferentes centros hospitalarios, residencias de mayores y domicilios particulares», la compañía está tratando de «reducir los tiempos de espera» y que las incineraciones o inhumaciones puedan realizarse «en el menor tiempo posible» y en el lugar escogido por los familiares de los muertos.

«De los diferentes trámites, y también de los retrasos que, por las razones expuestas se privan inevitablemente produciendo, mantenemos informadas a las familias de que están atravesando un momento de dolor en unas condiciones de extrema angustia. De eso somos muy conscientes, y todo el equipo humano de Santalucía está volcado en la atención de las personas que están pasando por este difícil momento», concluyen.