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El Síndic de Greuges recomienda que los políticos presos pasen a tercer grado para que puedan hacer el confinamiento en casa

Ribó se dirige al presidente Torra y a la consellera Capella

Imagen de archivo del Síndic de Greuges, Rafael Ribó.

El Síndico de Agravios recomienda que los políticos presos pasen en tercer grado para que puedan hacer el confinamiento en casaACN

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El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, recomienda que los líderes independentistas encarcelados por el 1-O progresen a un tercer grado a fin de que puedan hacer el confinamiento en casa durante el estado de alarma. A través de un comunicado, Ribó asegura que se ha dirigido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, y a la consellera de Justicia, Ester Capella, para conocer su opinión sobre esta cuestión. Las juntas de tratamiento de las prisiones han decidido no dejar salir a los políticos presos durante el confinamiento después de que el Tribunal Supremo (TS) advirtiera a los funcionarios de prisiones de posibles consecuencias legales.
Actualmente los políticos encarcelados para el 1-O están en un régimen de tercer grado y 100.2 que les permite salir de la prisión para trabajar o cuidar de un familiar. El Síndic de Greuges propone que se pase a tercer grado todos los que se encuentran en la misma situación que los líderes independentistas presos y que cumplan una serie de condiciones: mostrar un perfil de escasa peligrosidad y riesgo bajo de reincidencia delictocriminal y buena conducta; disponer de un apoyo externo, familiar/social, consolidado que permita asegurar la obligación de confinamiento a domicilio, y estar dispuestas a mantener otros mecanismos de control.

Según Ribó, esta medida se tiene que adoptar de «manera generalizada» y sin incurrir en ninguna forma de discriminación entre las personas internas que cumplan estos requisitos. Por lo tanto, concluye que esta medida tendría que beneficiar a las nueve personas condenadas por el 1-O que están en la prisión.

El Síndic de Greuges pide a la administración penitenciaria «la agilización» de las actuaciones para excarcelar, en la medida en que sea posible, «el mayor número de personas internas en los centros penitenciarios con la finalidad de minimizar los riesgo de contagio del la covid-19».

Además, Ribó remarca que la medida está avalada por el «principio de flexibilidad», que según ha destacado, tiene que estar presente durante todo el periodo de ejecución de la pena privativa de libertad. Y se trataría, según el Síndic, de una medida de carácter temporal mientras dure la situación de excepcionalidad, por lo tanto, volverían en régimen de segundo grado una vez superado el confinamiento.

Según datos del Departamento de Justicia, el 69% de los presos en tercer grado ya pasa el confinamiento en su casa y 101 internos en situación de segundo grado y 100.2 han pasado a régimen de tercer grado.

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