La ceguera, una dificultad añadida para soportar el confinamiento
La ONCE presta a sus afiliados atención telefónica y, cuando es necesario, presencial para ayudar con las compras
El confinamiento obligatorio a causa de la pandemia de coronavirus es una situación complicada para el conjunto de la sociedad a medida que pasan los días, pero todavía lo es más para colectivos con determinadas limitaciones, como el de las personas con discapacidad visual, sobre todo si viven solas.
Este aislamiento domiciliario «sí que es una dificultad añadida», especialmente para los que están solos en casa, ya que «nuestra condición es mucho más limitada», ha afirmado en Efe el director territorial de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) en Navarra, Valentín Fortún.
Otro problema de este colectivo es la paralización de todos los sorteos del ONCE, excepto las loterías instantáneas por internet. Por primera vez desde 1939, el ONCE ha tenido que retirar a sus agentes vendedores de las calles españolas para garantizar su seguridad, lo cual coloca a la entidad en una difícil situación financiera desde que el pasado 14 de marzo se decretara el estado de alarma.
Según datos de 2019 facilidades para|por el ONCE, la entidad cuenta en España con 72.231 afiliados y afiliadas, de los cuales 34.823 son hombres y 37.408, mujeres. Del total, 4.172 tienen de 0 a 18 años, 35.027 de 19 a 64, y 33.032 tienen más de 65 años.
Dentro de este último colectivo, el de los afiliados a la ONCE de más de 65 años, se encuentra la vecina de la capital navarra Mari Luz Moleres, quien|quién, al ser viuda, «ya estaba acostumbrada a estar sola», ha apuntado a Efe.
En estos días de aislamiento, Mari Luz no olvida hacer ejercicio y, cuando hace sol, sale a la terraza de su casa para airearse un poco. Tampoco falla|falta nunca a su cita de las ocho de la tarde para aplaudir a los profesionales sanitarios.
Mari Luz ha destacado que sus hijas y su nieta la llaman «a todas las horas del día» para saber cómo se encuentra y además, de esta forma, sabe que el resto de la familia está bien. «Así estoy tranquila», ha asegurado.
Esta vecina de Pamplona no pierde la esperanza de que al menos salga una cosa positiva de esta situación tan complicada: «Si eso servirá para que después seamos todos mejores, lo daremos por bien utilizado».
Para ayudar a las personas con discapacidad visual durante el confinamiento, la ONCE está prestando a sus afiliados atención telefónica y, cuando es necesario, presencial, «para tirar un cable con el tema de compras y cuestiones que puedan surgir en un momento dado», ha explicado al director territorial de Navarra.
Gracias a estos llamamientos, se han llegado a movilizar ambulancias para trasladar a afiliados del ONCE con problemas de salud y también se han derivado algunas situaciones de vulnerabilidad a los servicios comunitarios.
En todo caso, Fortún ha puesto de relieve que «nuestra gente está bastante bien atendida por la familia, incluso estas personas que viven solas.»
Otro problema es el de la paralización de los sorteos, que son la principal vía de financiación de la organización y de todas sus actividades y servicios. La red de vendedores de la entidad en España está compuesta por casi 20.000 agentes, a los cuales la ONCE sigue pagando su sueldo íntegro.
«Ingresos en este momento ya no tenemos, pero en todo caso lo que es más importante, que es nuestra gente, eso está cubierto», ha resaltado Fortún.