Cuando acabará la crisis del coronavirus: eso piensan los científicos
Científicos y expertos no pueden dar una respuesta contundente, porque es imposible, pero sí que apuntar a algunas claves
Es inevitable no pensar constantemente en qué solución puede haber para el final de esta pandemia de coronavirus y cuándo podremos empezar a recuperar nuestras vidas de una forma razonadamente normal. Científicos y expertos no pueden dar una respuesta contundente, porque es imposible, pero sí apuntar a algunas claves que pueden ser decisivas.
Pese a que los políticos parecen afanarse en poner fechas, lo cierto es que solo la comunidad científica y médica tiene la respuesta. Es posible que todo pueda mejorar en unos meses, pero la realidad invita a pensar que este virus seguirá manteniéndonos en alerta más de lo que pensamos.
El confinamiento que vivimos está encaminado a salvar a los sistemas sanitarios del colapso, pero no es la solución final contra el virus. Y dicho confinamiento no puede excederse en el tiempo más que lo que sea necesario, ya que el daño económico y social podría ser irreparable durante años.
Por eso, científicos e investigadores de todo el mundo se afanan por encontrar la solución para intentar desactivar a este virus. La solución es la vacuna y esta no llegará antes de 18 meses, de acuerdo con lo que la OMS afirmó hace una semana.
Levantar las medidas de restricción a la población provocaría un nuevo pico de contagios de forma inevitable. Por eso, el reto político y científico es total. Han de tomarse las medidas políticas y económicas que permitan salvar vidas y la economía mientras la comunidad médica obtiene la tan ansiada vacuna.
Por eso, expertos señalan otros dos factores esenciales que podrían ayudar a derrotar a este virus o, al menos, evitar su letalidad actual.
Por un lado, que exista un número suficiente de personas que desarrollen inmunidad tras contraer la infección, lo que llevaría a una 'inmunidad colectiva' efectiva en términos de contagios por habitantes. Otro factor sería que entre todos lográsemos cambiar permanentemente nuestro comportamiento como sociedad.
En definitiva, tres factores que unidos pueden tumbar a este coronavirus.
Cuando la vacuna llegase, en ese plazo de 12 a 18 meses que se da por bueno, bastaría con lograr vacunar al 60% de la población para obtener la mencionada inmunidad colectiva, según cuentan en la BBC.
Tocaría comprobar si la efectividad de la vacuna es la deseada, algo que no se puede saber a día de hoy pese a los constantes ensayos, algunos ya en humanos.
Mientras tanto, se trabaja también con la hipótesis de que la inmunidad colectiva pudiese darse de forma involuntaria debido al alto número de contagios en todo el mundo. Sin embargo, los plazos para este hecho también se alargan y expertos como el profesor Neil Ferguson, del Imperial College de Londres, estiman en, al menos, dos años. Y tampoco queda claro si esta inmunidad sería demasiado perdurable en el tiempo.
La tercera clave es cambiar nuestro modo de vida y comportamientos como sociedad, siendo responsables desde el ámbito ciudadanos para evitar la aparición de nuevos brotes y focos.
El mundo confía en la llegada de la vacuna y nadie duda que la comunidad científica dejará todo en el camino para encontrar la más efectiva. Mientras tanto, queda claro que solo cabe esperar, un mínimo de 12 meses, con responsabilidad y tratando de no cometer fallos ante un virus que ha demostrado que es capaz de paralizarnos por completo.