Economía
Italia y España buscan eliminar la condicionalidad de las ayudas contra el covid-19 en la reunión del Eurogrupo
La respuesta económica al coronavirus enfrenta de nuevo el norte y el sur de Europa
En el Eurogrupo de este martes, de nuevo, la respuesta a una crisis económica vuelve a enfrentar el norte y el sur de Europa. En las últimas reuniones de los titulares de Economía, así como en los encuentros a distancia de los líderes de los 27, las posiciones han estado muy atascadas.
El bloque encabezado por Italia, España y Francia reclama un plan ambicioso de reconstrucción, lo que el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha denominado un PlanMarshall contra el coronavirus.
El bloque en que hay los países más afectados por el coronavirus apuesta para que los mecanismos contra esta crisis vayan más allá de los existentes: apuestan por mutualizar la deuda al considerar que es una crisis que afectará a todos los estados europeos.
Por su parte, Francia plantea crear un fondo temporal para cinco o diez años que sirva para financiar las medidas para recuperar la economía. Según ha explicado el ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, el fondo se financiaría con la emisión de deuda por parte de la Comisión Europea que esté avalado por todos los estados miembros.
Pero el eje del sur, también más partidario de una mayor integración fiscal, tiene delante del bloque liderado por Holanda y Alemania, que apuesta por no buscar mecanismos nuevos y limitar la respuesta al covid-19 a créditos utilizando el fondo europeo como rescate. El bloque del norte, del cual también forman parte Austria, Finlandia y el báltico, no quiere ni oír hablar de mutualizar la deuda porque implica compartir riesgos.
En una carta publicada este lunes en varios medios europeos, especialmente del sur de Europa, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, y el de Finanzas, Olaf Scholz, apuestan por utilizar al MEDE pero sin «innecesarias condiciones», es decir, sin la vigilancia de una Troika.
En el escrito, en el cual no hacen ninguna mención a los eurobonos, los ministros consideran que vincular las ayudas a condiciones «equivale a una caída en la política de austeridad como la aplicada después de la crisis financiera».
Después de ser criticados por falta de solidaridad, los Países Bajos -hasta ahora el estado más beligerante contra las propuestas del sur- propone crear un fondo de entre 10.000 y 20.000 millones de euros para hacer pagos directos a los estados más afectados por la pandemia.
El fondo europeo de rescate
Con la función de prestar dinero a los estados que tenían que ser rescatados, el MEDO responde al paradigma de la crisis financiera del 2008 y a la imposibilidad de ir a los mercados financieros para encontrar financiación.
Lo que se plantea ahora es activar una línea de crédito preventiva con condiciones reforzadas de la cual se puede obtener hasta el 2% del PIB del estado que la pida. Normalmente, sin embargo, la concesión de una línea de crédito viene asociada a la vigilancia económica por parte de las instituciones y a unas posibles reformas, así como al estigma relacionado con la ayuda.
En el Eurogrupo, la pugna está en la reducción al máximo o la eliminación de la condicionalidad económica asociada a la ayuda, tal como piden Italia o España. También se abre otra posibilidad asociada al MEDE: crear un nuevo instrumento dentro del fondo para conceder financiación rápida, pero que tendría un volumen inferior.
Bruselas quiere canalizar la respuesta a través del presupuesto
Aparte de encargar al Eurogrupo que plantee propuestas económicas, los líderes de los 27 encargaron esta misma tarea a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y en el del Consejo Europeo, Charles Michel.
Después de dar el visto bueno a la suspensión de las reglas fiscales para que los estados puedan gastar más contra la pandemia y a la agilización de las ayudas de estado, ahora el Eurogrupo también debatirá sobre el fondo temporal de 100.000 millones de euros propuesto por Von der Leyen para dar préstamos a los estados con el objetivo de mantener el empleo durante la crisis por el coronavirus.
Con respecto a los eurobonos, aunque los comisarios de Economía, Paolo Gentiloni, y el de Mercado Interior, Thierry Breton, han propuesto un fondo de recuperación que emita deuda conjunta, la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, se ha desmarcado de la propuesta del italiano y el francés.
La alemana apuesta por canalizar el Plan Marshall contra el covid-19, en palabras del ejecutivo europeo, a través del presupuesto para los próximos siete años de la Unión Europea. Sin embargo, el volumen que está actualmente sobre la mesa es el de un presupuesto recortado hasta poco más del 1% de la riqueza conjunta.