Psicóloga y autora del libro Secretos de tu cerebro (Ed. Kairós)
Sociedad
«Un cerebro feliz es más productivo, creativo y toma mejores decisiones»
La psicóloga Gemma Sala acaba de publicar junto con Alexia de la Morena el libro Secretos de tu cerebro (Ed. Kairós)
Siempre se ha dicho que el cerebro es el gran desconocido. A pesar de ello, las investigaciones y la tecnología nos permiten conocer cada día un poco mejor como funciona. Ahora la psicóloga Gemma Sala y la neurocientífica Alexia de la Morena publican el libro Secretos de tu cerebro (Ed. Kairós) que acerca el conocimiento del cerebro «bajo el primsa de la psicología positiva, el coaching y el autoliderazgo»
—¿Tratamos bien a nuestro cerebro?
—Depende de tu estilo de vida. Si duermes entre 7h y 9h, si tienes una dieta mediterránea equilibrada y si haces ejercicio, empezamos bien. Luego será importante que cuides tus relaciones significativas y tengas una vida social activa porque nuestro cerebro es un órgano social, y necesitamos conectar con los otros fuera de las redes sociales. Además, a nuestro cerebro le va bien ser estimulado con nuevos aprendizajes y desconectar del trabajo.
—El estrés, entonces no le va nada bien.
—Exacto. Interfiere en nuestra capacidad de concentración, en la memoria y el aprendizaje; nos baja la autoestima, nos provoca descontento, tristeza, inestabilidad emocional y con el tiempo, baja el sistema inmunitario pudiendo desencadenar enfermedades.
—¿Como reacciona nuestro cerebro frente a la actual crisis sanitaria provocada por el Covid-19?
—En estos momentos está en un estado que en neuropsicología se llama de amenaza, particularmente intensa ya que no tenemos referencias del pasado. El cerebro cuando está en estado de amenaza activa un circuito neural implicado en procesos de dolor físico o social, como puede ser sentirse excluido de un grupo o sufrir una comparación en negativo o un duelo. Son tiempos convulsos y predominan emociones negativas como el miedo, el terror, la frustración, el enfado, la preocupación, el desconcierto, la tristeza. Para revertirlo, primero deberíamos tomar consciencia de nuestras emociones; es importante tener el propósito de encontrar el propio equilibrio entre «me permito sentir todas estas emociones que esta situación de alerta me despierta, me lo permito», y a su vez hacer un trabajo diario para revertirlo, poniendo la atención a cosas que nos gusten y nutran o que al menos nos hagan sentir útiles.
¿Qué consecuencias tiene para nuestra salud psicológica el confinamiento en casa durante dos semanas?
En buena medida depende mucho de lo que haga cada uno. Si bien es cierto que lo que estamos viviendo es un challenge sin precedentes para la humanidad, tocará re-inventarse. Sin ánimo de ser pesimista, creo que no volveremos a lo mismo de lo que venimos. Pero si aprovechamos nuestro confinamiento, nos puede servir como una oportunidad para reflexionar sobre qué futuro queremos y también, muy importante, pensar fuera de la caja (think out of the box) para innovar y crear con ingenio y creatividad.
—En general, ¿por qué ser positivo es bueno para el cerebro?
—Ser positivo no es bueno, es buenísimo para el cerebro. Un cerebro triste, por ejemplo, sabemos que consume mucho más oxígeno y glucosa, pero de manera infructuosa. En cambio, un cerebro feliz es mucho más productivo y eficiente para poder analizar, tomar buenas decisiones, tener ideas más creativas o estar abierto a nuevas ideas o a colaborar con los compañeros de trabajo. Además, se ha demostrado que las personas felices suelen vivir más años porque tienen mejor salud. Lo que pensamos y sentimos no es para nada algo inocente, sino que tiene un enorme impacto en nuestro cerebro y en nuestro cuerpo.
—¿Cómo se consigue un cerebro positivo?
—Según recientes estudios de la psicología positiva, para conseguir ese cerebro contento sería bueno practicar el ratio 5:1, es decir, 5 pensamientos positivos por uno negativo. Pruébalo, y te darás cuenta que es un gran reto. Las buenas noticias son que es entrenable. Recordemos que nuestro cerebro es plástico y que por tanto, no es rígido e inamovible, sino que podemos aprender o mejorar cualquier habilidad nueva, necesitamos practicar, practicar y practicar. ¡Pero vale muchísimo la pena!
—¿Podemos aprender a gestionar mejor nuestras emociones?
—Gracias por preguntarlo, porque realmente somos analfabetos emocionales. Y digo analfabetos porque no las sabemos leer, no nos educan en ello. Primero tenemos que ser capaces de reconocer las emociones en las que estamos, para después poderlas gestionar. En el libro Secretos de tu cerebro. Claves para la neurofelicidad y el neurocoaching, hablamos de un estudio que se realizó la Universidad Aalto de Helsinki en colaboración con The Amsterdan Centre for Cross-Disciplinary Emotions and Sensory Studies (2018). A los participantes de este estudio, se les enseñaban videos o fotos para inducir determinadas emociones y luego se les pedía que colorearan en una hoja donde había una figura humana, en qué partes del cuerpo sentían las emociones. Los resultados sorprendentemente, eran iguales independientemente del sexo, la edad o la nacionalidad. Así que una buena manera de reconocer nuestras emociones es escuchando el cuerpo. Y después, habrá que gestionar estas emociones: atención a lo que piensas, a lo que haces, etc. Tenemos que llenar nuestra vida de experiencias y personas que nos despierten emociones positivas.
—¿Por qué los países nórdicos tienen los índices más altos de felicidad?
—Efectivamente, según los informes anuales sobre felicidad que publica la ONU Dinamarca, Suiza, Islandia, Noruega y Finlandia son los países que reportan mayor felicidad. Esto lo cuenta Pere Estupinyà en el prólogo del libro. Aquí en España nos resulta particularmente sorprendente leer estos resultados, porque todos conocemos personas de estas nacionalidades que escogen nuestro país porque hay más sol, y les gusta la comida y la alegría de la gente mediterránea. Pero resulta que estos países nórdicos tienen mucho más cubiertas las necesidades básicas. Si una mujer profesional quiere tener un hijo sola por ejemplo, en estos países va a tener mucha más ayuda que aquí en nuestro país. Así que el entorno socio-económico condiciona mucho; tener las necesidades cubiertas con una capacidad adquisitiva adecuada es algo que todos estos países aseguran. A partir de ahí será muy importante la actitud de la persona. O sea, los factores internos también importan y mucho.
—Afirman en el libro que se puede desarrollar el talento y la creatividad ¿cómo?
—Primero con motivación. Cualquier cambio o mejora de habilidades que deseemos en nuestra vida, requiere de esa motivación para empezar, pero lo que nos va a mantener ahí mejorando, es la práctica, la práctica y la práctica. Nuestro cerebro es plástico y nos permite realizar muchos aprendizajes, solo requiere como decimos, de práctica. Y «plástico» se refiere literalmente a que cambia, como plastilina que pudiéramos modelar. Así que cuanto más practiquemos, mejor seremos en lo que nos propongamos. Eso sería así tanto si hablamos de tocar la guitarra o el piano, como del talento o la creatividad. Como decía Picasso “que la inspiración te encuentre trabajando”. ¿Por qué? Porque es este trabajo constante, la disciplina, lo que te va a ayudar a ser progresivamente un poco mejor.
—¿Cómo afecta al cerebro el uso abusivo de pantallas?
—Dime la verdad: ¿qué es lo primero que haces cuanto te despiertas? ¿y mientras estás parada en un semáforo? ¿o cuando esperas en la cola del cine o del súper? ¿qué haces cuando te aburres? Si te sientas en un tren o en el metro te das cuenta que todo el mundo está mirando su móvil, eso es la regla, no la excepción. La gente mira constantemente al móvil u otro dispositivo conectado a las redes sociales. Y muy a menudo esto se hace de manera compulsiva. Se ha demostrado que afecta a nuestra capacidad de concentración (se reduce drásticamente), afectando la productividad (decrece), la creatividad, la capacidad de autocontrol, por no hablar de las consecuencias negativas que tiene muchas veces en nuestras interacciones con los demás. La comunidad neurocientífica, los educadores, los padres, los psicólogos, la sociedad en general estamos preocupados con la revolución digital que estamos viviendo y para la que parece que nuestro cerebro no está preparado, de ahí que sea tan importante gestionar las pantallas y el tiempo de conexión.
—¿De qué depende la inteligencia? ¿De las cualidades innatas o del entorno?
—En el libro nos referimos a cómo es de importante el entorno en el que ese niño nace y crece sobre todo durante los primeros años de vida. Para que el cerebro se desarrolle con normalidad, el bebé necesita además de alimentos y cuidados básicos, cariño y estimulación sensomotora. Y explicamos que en Rumania durante la época de Ceausescu que prohibió el aborto y la contracepción con el fin de tener más mano de obra, los orfanatos se llenaron hasta desbordarse; cuando el dictador murió, llegaron a haber 170.000 niños abandonados. Muchos de esos niños que crecieron en esas instituciones con privación afectiva y escasa estimulación psicomotora, mostraron un deterioro en el cociente de inteligencia y en sus competencias socioemocionales. Por tanto, un entorno adverso en edades tempranas influyen negativamente en el desarrollo cognitivo.
—¿Qué esperan aportar con este libro al lector?
—Con este libro queremos acercar el conocimiento del cerebro al lector bajo el prisma de la psicología positiva, el coaching y el autoliderazgo a quien esté interesado en su mejora y crecimiento personal. Cada vez conocemos un poquito más sobre el funcionamiento del cerebro gracias a los avances de la tecnología y realmente creemos que conocer más sobre el cerebro nos hace más libres. En el libro se pueden encontrar múltiples ejercicios, dinámicas y neurotips que ayudan en la autogestión, mejora y felicidad de la persona. En Secretos de tu cerebro. Claves para la neurofelicidad y el neurocoaching queremos dar a conocer las necesidades de tu cerebro para que puedas crear tu propia filosofía de bienestar y felicidad en estos turbulentos tiempos en los que vivimos.