Judicial
Cuixart volverá a salir mañana de la prisión para volver a trabajar en su empresa
El Departamento de Justicia ha abierto la puerta a permitir salidas laborales de los presos sujetos al 100.2
El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, volverá a salir a partir de mañana a trabajar en su empresa de Santa Perpètua de Mogoda (Barcelona), los cinco días laborables de la semana, en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, según ha informado la entidad en un comunicado.
Cuixart, que permanece confinado en la prisión desde el pasado 17 de marzo sin ningún permiso, volverá a su empresa después de que el Departamento de Justicia se haya abierto a permitir las salidas laborales de los presos sujetos al 100.2, siempre que se haya reanudado la actividad laboral que ejercían y el centro de trabajo esté abierto.
El presidente de Òmnium Cultural se incorporará mañana a su empresa, cuya actividad, según la entidad soberanista, figura entre los servicios considerados esenciales en el estado de alarma decretado a raíz de la pandemia de coronavirus.
Después de finalizar su jornada, Cuixart volverá a dormir en la prisión de Lledoners, donde permanecerá aislado del resto de reclusos, en otro módulo y sin mantener ningún contacto con otros presos para evitar contagios.
El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, ha insistido en que las salidas de Cuixart son «un derecho, no un privilegio», al mismo tiempo que ha reclamado que se autorice en todos a los internos con el 100.2 a confinarse en sus domicilios «por motivos de seguridad».
«No es suficiente con reactivar el 100.2 a partir de mañana, es necesario el confinamiento fuera de la prisión, tal como pide la ONU, el Consejo de Europa o Front Line Defenders y que los poderes del Estado abandonen las amenazas y coacciones a los funcionarios», ha añadido Mauri.
Coincidiendo con la relajación de las restricciones en la movilidad decretadas en el estado de alarma, el Departamento de Justicia ha abierto este martes la puerta a permitir salidas laborales de los presos sujetos al 100.2, pero para eso tendrán que acreditar que los centros donde están ocupados han reanudado su actividad.
La medida no afectará a los presos a los cuales se les autorizaron salidas por el 100.2 para cuidar de familiares o llevar a cabo tareas de voluntariado, como es el caso de la expresidenta del Parlamento Carme Forcadell, la exconsellera de Trabajo Dolores Bassa o el expresidente de la ANC Jordi Sànchez.
Tampoco parece probable que el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras pueda reanudar su trabajo de docente en la Universidad de Vic, ya que el rectorado decidió cerrar sus instalaciones -con algunas excepciones limitadas a investigaciones en laboratorios- al agravarse la situación sanitaria por la pandemia de coronavirus.
Los líderes independentistas presos prescindieron de sus salidas por el 100.2 cuando se extremaron las limitaciones a la movilidad por la evolución de la pandemia.
El Departamento de Justicia ordenó a las juntas de tratamiento que estudiaran resquicios legales para permitir que cumplieran el confinamiento en sus domicilios a los reclusos sujetos al 100.2, sin embargo, después de la advertencia del Supremo que eso podría constituir un delito de prevaricación, las prisiones sol se lo concedieron en uno decimoquinta de internos, ninguno de ellos los líderes del proceso.